Por una nueva ley de uso, tenencia y redistribución de la tierra.
Por una ley contra desalojos.
Por una estrategia popular de soberanía alimentaria.
Por una ley contra desalojos.
Por una estrategia popular de soberanía alimentaria.
Una multiplicidad de organizaciones campesinas (MNCI, FNC, MCL, FoNAF)
presentaron en el Congreso un proyecto de ley para frenar los desalojos. Creemos
necesario acompañar esta lucha y hacemos nuestras las palabras del Movimiento
Nacional Campesino Indígena (MNCI-Vía Campesina) que sostiene que “el modelo
agrario dominante genera sistemáticamente atropellos a los derechos humanos.
Proponemos otro modelo, con soberanía alimentaria, con reforma agraria integral
y reconocimiento a los campesinos e indígenas como los verdaderos productores de
los alimentos diversificados y sanos”._
El capitalismo global está impulsando en todo el mundo una nueva conquista
del desierto, para satisfacer sus ansias de ganancias mediante la producción de
commodities. Esto se manifiesta en nuestro país con los múltiples desalojos que
se dan en los territorios campesino-indígenas. En Argentina, el caso más visible
de los últimos tiempos es el de la comunidad QOM-La primavera, que hace más de 4
meses esperan ser recibidos por la Presidenta de la Nación para hacer escuchar
sus reclamos.
Sin embargo, no es sólo en el ámbito rural donde este avance del capital
tiene sus efectos. En las ciudades, la renta sojera deviene en especulación
inmobiliaria, subiendo los precios de la renta urbana, que provocan más
desalojos, más hacinamiento en las periferias capitales y la suba del precio de
los alquileres. Por otro lado, también tenemos como consecuencia el aumento de
los precios de los alimentos que todos consumimos. Frente a esa situación se
sigue manteniendo el IVA a los alimentos que consumen los sectores populares.
Este avance de las corporaciones agroindustriales provoca también el
desgaste de los suelos, la privatización de las semillas, la multiplicación de
enfermedades en los pueblos rurales producto de las fumigaciones, las fuertes
sequías que lejos de ser naturales responden a la utilización intensiva de agua
en los campos del agronegocio. Todo esto es sostenido por un paradigma
científico-tecnológico que tiene su base en los institutos estatales de
investigación y en las universidades financiadas por esas mismas empresas.
Es llamativo que ante ésta situación el gobierno pretenda mediante el Plan
Estratégico Agroalimentario y Agroindustrial (2010-2016) aumentar la producción
de soja en 20 millones de toneladas, dado que esto implicará continuar el
proceso expropiador y saqueador; viendose relegadas aquellas experiencias que
luchan por fortalecer un modelo productivo alternativo (agro-ecológico). Es
decir que, a pesar de que gubernamentalmente se ha empezado a hablar de
Soberanía Alimentaria (a la hora de defender la resolución 125), y de que
institucionalmente se abran oficinas ligadas a la Economía Social y para el
apoyo a ALGUNAS familias de pequeños productores, el modelo se muestra dedicado
a aumentar exponencialmente (en complicidad con las empresas) el agronegocio en
nuestro país, generando así más consecuencias como las mencionadas.
Vemos necesario luchar por la aprobación del proyecto de ley contra los
desalojos y la mercantilización de la tierra; considerando en este análisis las
tierras improductivas y aquellas en donde los propietarios desarrollen un uso
depredatorio o extractivista de los bienes naturales renovables y no renovables
sobre los que se creen “dueños”. Creemos necesaria una redistribución de la
tierra en base a su función social: para la producción de alimentos y para
repoblar nuestro campo con los millares de familias campesinas que han sido
desalojadas y empujadas a las grandes urbes. Esto no puede quedar en manos
solamente de los parlamentarios. Creemos que seria un avance en el camino
hacia la construcción de la soberanía alimentaria y la reforma agraria
integral, por el derecho de los pueblos a una vida digna.
presentaron en el Congreso un proyecto de ley para frenar los desalojos. Creemos
necesario acompañar esta lucha y hacemos nuestras las palabras del Movimiento
Nacional Campesino Indígena (MNCI-Vía Campesina) que sostiene que “el modelo
agrario dominante genera sistemáticamente atropellos a los derechos humanos.
Proponemos otro modelo, con soberanía alimentaria, con reforma agraria integral
y reconocimiento a los campesinos e indígenas como los verdaderos productores de
los alimentos diversificados y sanos”._
El capitalismo global está impulsando en todo el mundo una nueva conquista
del desierto, para satisfacer sus ansias de ganancias mediante la producción de
commodities. Esto se manifiesta en nuestro país con los múltiples desalojos que
se dan en los territorios campesino-indígenas. En Argentina, el caso más visible
de los últimos tiempos es el de la comunidad QOM-La primavera, que hace más de 4
meses esperan ser recibidos por la Presidenta de la Nación para hacer escuchar
sus reclamos.
Sin embargo, no es sólo en el ámbito rural donde este avance del capital
tiene sus efectos. En las ciudades, la renta sojera deviene en especulación
inmobiliaria, subiendo los precios de la renta urbana, que provocan más
desalojos, más hacinamiento en las periferias capitales y la suba del precio de
los alquileres. Por otro lado, también tenemos como consecuencia el aumento de
los precios de los alimentos que todos consumimos. Frente a esa situación se
sigue manteniendo el IVA a los alimentos que consumen los sectores populares.
Este avance de las corporaciones agroindustriales provoca también el
desgaste de los suelos, la privatización de las semillas, la multiplicación de
enfermedades en los pueblos rurales producto de las fumigaciones, las fuertes
sequías que lejos de ser naturales responden a la utilización intensiva de agua
en los campos del agronegocio. Todo esto es sostenido por un paradigma
científico-tecnológico que tiene su base en los institutos estatales de
investigación y en las universidades financiadas por esas mismas empresas.
Es llamativo que ante ésta situación el gobierno pretenda mediante el Plan
Estratégico Agroalimentario y Agroindustrial (2010-2016) aumentar la producción
de soja en 20 millones de toneladas, dado que esto implicará continuar el
proceso expropiador y saqueador; viendose relegadas aquellas experiencias que
luchan por fortalecer un modelo productivo alternativo (agro-ecológico). Es
decir que, a pesar de que gubernamentalmente se ha empezado a hablar de
Soberanía Alimentaria (a la hora de defender la resolución 125), y de que
institucionalmente se abran oficinas ligadas a la Economía Social y para el
apoyo a ALGUNAS familias de pequeños productores, el modelo se muestra dedicado
a aumentar exponencialmente (en complicidad con las empresas) el agronegocio en
nuestro país, generando así más consecuencias como las mencionadas.
Vemos necesario luchar por la aprobación del proyecto de ley contra los
desalojos y la mercantilización de la tierra; considerando en este análisis las
tierras improductivas y aquellas en donde los propietarios desarrollen un uso
depredatorio o extractivista de los bienes naturales renovables y no renovables
sobre los que se creen “dueños”. Creemos necesaria una redistribución de la
tierra en base a su función social: para la producción de alimentos y para
repoblar nuestro campo con los millares de familias campesinas que han sido
desalojadas y empujadas a las grandes urbes. Esto no puede quedar en manos
solamente de los parlamentarios. Creemos que seria un avance en el camino
hacia la construcción de la soberanía alimentaria y la reforma agraria
integral, por el derecho de los pueblos a una vida digna.
Coordinadora de Organizaciones y Movimientos Populares de ArgentinaRegional
Buenos Aires:
Asamblea Barrial de Beccar; Casa de la Cultura Los Compadres del Horizonte;
Cátedra Abierta de Estudios Americanistas; Centro Cultural de los Trabajadores;
Colectivo de Educación Popular en Cárceles; Cooperativa de Educadores e
Investigadores Populares (CEIP); Espacio Chico Mendes; Estudiantes Crític@s
Lanus; Frente Popular Darío Santillán; Juventud Rebelde 20 de Diciembre ( La
Mella + Lobo Suelto + La Trifulca ); Organización Popular Fogoneros; Rebelión –
Corriente Universitaria; Socialismo Libertario.
Buenos Aires:
Asamblea Barrial de Beccar; Casa de la Cultura Los Compadres del Horizonte;
Cátedra Abierta de Estudios Americanistas; Centro Cultural de los Trabajadores;
Colectivo de Educación Popular en Cárceles; Cooperativa de Educadores e
Investigadores Populares (CEIP); Espacio Chico Mendes; Estudiantes Crític@s
Lanus; Frente Popular Darío Santillán; Juventud Rebelde 20 de Diciembre ( La
Mella + Lobo Suelto + La Trifulca ); Organización Popular Fogoneros; Rebelión –
Corriente Universitaria; Socialismo Libertario.
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