Los accionistas de Minera Alumbrera, de buena relación con el Gobierno de Catamarca, porque aquí extraen cobre y oro, también tienen excelentes relaciones con varios Gobiernos, el ingles y el argentino, por ejemplo. En Malvinas buscarán oro negro, aunque nos imaginamos que no a cambio del 3% menos gastos de producción, que es lo que cuesta el oro aquí.
La plataforma británica Ocean Guardian, informa Critica Digital, llegará el próximo viernes a las aguas que rodean a las islas Malvinas envuelta en un remolino de cruces diplomáticos y advertencias judiciales. Pocos días después, empezará las perforaciones en busca de crudo, contratada por tres empresas: Falkland Oil & Gas, Desire Petroleum y Rockhopper. Una cuarta compañía también tiene concesionada otra área para explorar en la zona, pero aún no definió cuándo lo hará: se trata de Borders & Southern Petroleum. A través de un repaso por la composición accionaria de las cuatro firmas, Crítica de la Argentina descubrió que las compañías tienen fuertes intereses en la Argentina. Ayer, una fuente del Gobierno admitió que podría usarse esa información para aplicar sanciones económicas.
Dos de las cuatro firmas –Desire Petroleum y Borders & Southern Petroleum– tienen como accionista al banco Barclays, designado por Amado Boudou para la reapertura del canje de la deuda, que, a su vez, forma parte de una de las principales empresas que operan en el país, Minera Alumbrera. Se trata de la décima empresa en el ranking de exportadores de 2009 y su principal yacimiento se encuentra en Catamarca.
Otra –Falkland Oil & Gas– tiene atrás a la mayor minera del mundo, la australiana BHP Billiton, que a su vez busca desde 2008 cobre y oro en 40 mil hectáreas en Salta. La restante –Rockhopper Exploration, de capitales alemanes– es asesorada por un banco de fuerte presencia en nuestro país, como el HSBC.
Se sospecha, además, que es probable que alguna de ellas pueda tener otros inversores no visibles. La página web de Desire Petroleum, por ejemplo, aclara que la compañía tiene apenas seis empleados. “La escasa cantidad de recursos técnicos hace suponer que puedan estar detrás de estas empresas Shell o British Petroleum, que ya hicieron sus investigaciones en ese mismo mar en 1998”, apunta Mario Cafiero. El ex diputado de la Nación denunció penalmente, pocos días atrás, al ministro de Economía por haber designado al banco inglés Barclays Bank PLC como coordinador global para la reapertura de la deuda. La entidad financiera es el principal accionista de Desire Petroleum y tiene un porcentaje de BlackRock, el segundo capital de Xstrata –que explota Minera Alumbrera en Catamarca– y una de las compañías controlantes de Borders & Southerns, otras de las concesionarias que obtuvieron un permiso del gobierno de los kelpers.
El gobierno argentino hace más de dos años que intenta interferir y desalentar en la exploración de petróleo en las islas. En 2007, por medio de una resolución, dio por terminada la declaración conjunta argentino-británica de 1995 y, de esa forma, quedó abierta la puerta para castigar con multas a las empresas que busquen oro negro en las islas y, a su vez, actúen en el país. Un funcionario le aseguró a este diario que se está estudiando el marco de jurisprudencia para avanzar en esta idea. Ayer, por lo pronto, se avanzó en la articulación de un sostén legal a esos fines. Pudo haber sido el primer paso. Aníbal Fernández informó que se decretó que todo buque o artefacto naval que quiera transitar entre puertos ubicados en el territorio continental argentino y otros de las islas Malvinas y Sandwich del Sur, o atravesar aguas argentinas hacia ese destino o cargar mercadería entre estos puertos, deberá solicitar una autorización previa al Gobierno.
En la Casa Rosada saben que es difícil que la confrontación con el Reino Unido por el tema de las islas Malvinas genere críticas en la oposición (y en caso de que surjan, saben que no serán bien recibidas por la opinión pública). También, que no se pueden quedar quietos y permitir que otras fuerzas políticas hagan de este tema una bandera propia (por eso se ensayan, desde hace algunas semanas, posiciones enérgicas). Necesitan sostener el enfrentamiento para argumentar su reclamo de soberanía en los foros internacionales. Y, por fin, no tienen duda –por más que sea inconfesable– de que si aparece petróleo es virtualmente imposible que algún día las islas dejen de llamarse en los mapas del resto del mundo Falklands. Los más optimistas creen que en las profundidades del mar que rodea a las islas se pueden esconder 60 mil millones de barriles de petróleo de alta calidad. Es mucho: las reservas probadas de la Argentina son de unos 2.600 millones de barriles. Las primeras exploraciones en la zona norte de ese mar fueron en 1998. Estuvieron a cargo de un grupo de grandes petroleras –entre ellas, Shell–, que hicieron seis perforaciones. Por esos días, la inversión les resultó inviable. Desde el año 2000, cuatro compañías esperan el momento indicado para hacer un segundo intento.
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