Mendoza, San Juan, Catamarca y Salta se abren de la CAEM y crearán FECAMIN, Federación de Cámaras Mineras, tras enfrentamientos con el presidente reelecto de la cámara nacional. Aseguran que el nuevo grupo tendrá una actitud "más federal".
Los empresarios mineros se dividieron por diferencias de larga data y ahora el sector está agrupado en dos cámaras: por un lado el staff afincado en Buenos Aires, encabezado por el titular de la cámara de empresarios en los últimos años y con cercanías al secretario de Minería de la Nación, Jorge Mayoral. Del otro, las cámaras de las provincias mineras de Mendoza, San Juan, Salta y Catamarca, y empresas como Cerro Vanguardia y Alumbrera e incluso la Gemera (grupo de exploradoras), que se agruparán en la Federación de Cámaras Mineras -Fecamin-.
Según publica Diario De Cuyo, el motivo de la ruptura fueron las elecciones en la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM), aunque la tensión viene de hace rato. Las provincias presionaron para ubicar a su gente y producir cambios de fondo (pidieron "un plan consensuado y federal"). Pero no tuvieron suerte: Manuel Benítez armó su propia lista que resultó ganadora y las provincias pegaron un portazo. Armarán la FECAMIN -Federación de Cámaras Mineras- y se reunirán probablemente por primera vez en la Siminera de San Juan.
Ahora el escenario es el siguiente: De un lado está la CAEM, con Benítez a la cabeza, un hombre cercano al secretario de Minería de la Nación, Jorge Mayoral. Y del otro, las principales provincias con minería metalífera, donde el gobernador Gioja en San Juan es el mayor exponente político.
Según algunos trascendidos, el grupo disconforme pretendió lograr una lista de consenso para que el nuevo presidente fuese Julián Rooney (Minera Alumbrera), y se topó con la intransigencia del grupo que apoya a Benítez (titular de la empresa estatal YMAD en Catamarca, asociada con Alumbrera) que fue quien finalmente se impuso, tras la retirada de algunos representantes disconformes, entre ellos Bergé. "Salimos muy molestos, nos encontramos con que nos habían incluido en una lista sin consultarnos. La CAEM no ha escuchado el mensaje del sector minero y ha perdido una oportunidad única", dijo anoche el salteño Facundo Huidobro, titular de la cámara minera de esa provincia.
"Falta de un plan consensuado" y "no se contemplan los problemas de las provincias", son las únicas respuestas que se lograron arrancar a los empresarios Jaime Bergé, vicepresidente de la Cámara Minera de San Juan, y al titular de la entidad par en Catamarca, Alfredo Marchioli
sobre las causas del quiebre. "Falta un debate sincero entre las empresas mineras, la decisión de un plan de trabajo consensuado por todos. En CAEM no hay debate y las cosas o modelos que se imponen, a la larga o a la corta terminan disgregando", dijo Marchioli.
"¿Qué pasó? ¡Que reventó la payasada!. Te encontrás con que vas a una institución de este tipo buscando la unidad, el consenso, y te encontrás con presidentes que se quieren perpetuar. Queremos una entidad nueva, con otros conceptos, que contenga a las cámaras provinciales que tienen otros problemas distintos a la Nación", dijo Bergé.
Sin embargo, las causas de fondo parecen ser éstas: en la primera elección de Manuel Benítez en CAEM, hace 2 años, había una lista previa consensuada para que el presidente fuese Alberto Carloquia (Ex Cerro Vanguardia, hoy Anden Resourcens) pero apareció otra con Benítez a la cabeza y que atribuyen al padrinazgo de Mayoral. Había buena relación entre la minería y el gobierno nacional, pero a los dos meses de ganar Benítez se implementaron las retenciones a la minería. Ahí recrudeció la relación ríspida entre las mineras y Mayoral. En consecuencia, el desgaste que sufrió Benítez es porque su figura se la asocia con Mayoral. Pero hay observadores del sector que dicen que hizo una presidencia digna y prolija y se opuso a las retenciones.
Viejos enconos entre los empresarios Julián Rooney (Alumbrera), la figura que se pretendía imponer como nuevo presidente, y Martín Dedeu (Director de CAEM) que tuvieron su punto máximo cuando Rooney fue procesado (y luego absuelto) por una eventual contaminación debido a un accidente técnico en la mina.
Bergé dejo traslucir ayer que la FECAMIN surgirá como un órgano despegado del gobierno y con discurso federal, porque las empresas del Interior ya no se sentían representadas por el staff histórico afincado en Buenos Aires.
"Es muy poco acertado que ésto ocurra en este momento, los enemigos de la minería están afuera", fue lo único que se limitó a decir el secretario de Minería, Jorge Mayoral al ser consultado respecto a la nueva cámara. No emitió opinión sobre su supuesto apoyo a Benítez, "No puedo opinar de algo que no conozco", dijo.
En la CAEM dicen que la pelea es pasajera, que son sólo "fuegos artificiales", y que toda la minería argentina -la metalífera, la de las piedras, los caleros-, se quedan en casa. Pero el grupo disidente dice que la historia no tiene retorno, que el divorcio legal es un hecho (en San Juan ya mandaron la renuncia), y ya están pidiendo definiciones al plantel de amigos para saber con cuántos cuentan para formar la Federación de Cámaras Mineras , una entidad "más federal" que la que dejan atrás.
En la Cámara Minera de San Juan -desde donde se fogonea la creación de la nueva entidad de proyección nacional- contabilizaron que el 45% de las empresas, las más grandes e importantes, integrarán la nueva entidad. Ya lo adelantaron los presidentes de las cámaras mineras de Salta y de Catamarca. Aquí no quisieron dar nombres, hasta que lo hagan por su cuenta las propias firmas, pero el titular de la entidad, Ricardo Martínez dijo sugestivo: "si sumás en toneladas lo que producen los que se quedan en CAEM, no llegan a lo que hace una mina en San Juan".
Según publica Diario De Cuyo, el motivo de la ruptura fueron las elecciones en la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM), aunque la tensión viene de hace rato. Las provincias presionaron para ubicar a su gente y producir cambios de fondo (pidieron "un plan consensuado y federal"). Pero no tuvieron suerte: Manuel Benítez armó su propia lista que resultó ganadora y las provincias pegaron un portazo. Armarán la FECAMIN -Federación de Cámaras Mineras- y se reunirán probablemente por primera vez en la Siminera de San Juan.
Ahora el escenario es el siguiente: De un lado está la CAEM, con Benítez a la cabeza, un hombre cercano al secretario de Minería de la Nación, Jorge Mayoral. Y del otro, las principales provincias con minería metalífera, donde el gobernador Gioja en San Juan es el mayor exponente político.
Según algunos trascendidos, el grupo disconforme pretendió lograr una lista de consenso para que el nuevo presidente fuese Julián Rooney (Minera Alumbrera), y se topó con la intransigencia del grupo que apoya a Benítez (titular de la empresa estatal YMAD en Catamarca, asociada con Alumbrera) que fue quien finalmente se impuso, tras la retirada de algunos representantes disconformes, entre ellos Bergé. "Salimos muy molestos, nos encontramos con que nos habían incluido en una lista sin consultarnos. La CAEM no ha escuchado el mensaje del sector minero y ha perdido una oportunidad única", dijo anoche el salteño Facundo Huidobro, titular de la cámara minera de esa provincia.
"Falta de un plan consensuado" y "no se contemplan los problemas de las provincias", son las únicas respuestas que se lograron arrancar a los empresarios Jaime Bergé, vicepresidente de la Cámara Minera de San Juan, y al titular de la entidad par en Catamarca, Alfredo Marchioli
sobre las causas del quiebre. "Falta un debate sincero entre las empresas mineras, la decisión de un plan de trabajo consensuado por todos. En CAEM no hay debate y las cosas o modelos que se imponen, a la larga o a la corta terminan disgregando", dijo Marchioli.
"¿Qué pasó? ¡Que reventó la payasada!. Te encontrás con que vas a una institución de este tipo buscando la unidad, el consenso, y te encontrás con presidentes que se quieren perpetuar. Queremos una entidad nueva, con otros conceptos, que contenga a las cámaras provinciales que tienen otros problemas distintos a la Nación", dijo Bergé.
Sin embargo, las causas de fondo parecen ser éstas: en la primera elección de Manuel Benítez en CAEM, hace 2 años, había una lista previa consensuada para que el presidente fuese Alberto Carloquia (Ex Cerro Vanguardia, hoy Anden Resourcens) pero apareció otra con Benítez a la cabeza y que atribuyen al padrinazgo de Mayoral. Había buena relación entre la minería y el gobierno nacional, pero a los dos meses de ganar Benítez se implementaron las retenciones a la minería. Ahí recrudeció la relación ríspida entre las mineras y Mayoral. En consecuencia, el desgaste que sufrió Benítez es porque su figura se la asocia con Mayoral. Pero hay observadores del sector que dicen que hizo una presidencia digna y prolija y se opuso a las retenciones.
Viejos enconos entre los empresarios Julián Rooney (Alumbrera), la figura que se pretendía imponer como nuevo presidente, y Martín Dedeu (Director de CAEM) que tuvieron su punto máximo cuando Rooney fue procesado (y luego absuelto) por una eventual contaminación debido a un accidente técnico en la mina.
Bergé dejo traslucir ayer que la FECAMIN surgirá como un órgano despegado del gobierno y con discurso federal, porque las empresas del Interior ya no se sentían representadas por el staff histórico afincado en Buenos Aires.
"Es muy poco acertado que ésto ocurra en este momento, los enemigos de la minería están afuera", fue lo único que se limitó a decir el secretario de Minería, Jorge Mayoral al ser consultado respecto a la nueva cámara. No emitió opinión sobre su supuesto apoyo a Benítez, "No puedo opinar de algo que no conozco", dijo.
En la CAEM dicen que la pelea es pasajera, que son sólo "fuegos artificiales", y que toda la minería argentina -la metalífera, la de las piedras, los caleros-, se quedan en casa. Pero el grupo disidente dice que la historia no tiene retorno, que el divorcio legal es un hecho (en San Juan ya mandaron la renuncia), y ya están pidiendo definiciones al plantel de amigos para saber con cuántos cuentan para formar la Federación de Cámaras Mineras , una entidad "más federal" que la que dejan atrás.
En la Cámara Minera de San Juan -desde donde se fogonea la creación de la nueva entidad de proyección nacional- contabilizaron que el 45% de las empresas, las más grandes e importantes, integrarán la nueva entidad. Ya lo adelantaron los presidentes de las cámaras mineras de Salta y de Catamarca. Aquí no quisieron dar nombres, hasta que lo hagan por su cuenta las propias firmas, pero el titular de la entidad, Ricardo Martínez dijo sugestivo: "si sumás en toneladas lo que producen los que se quedan en CAEM, no llegan a lo que hace una mina en San Juan".
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