Si fue por vagancia intelectual, podría llegar a estar justificado. Claro, siempre que se tratase de un trabajo para alguna escuela o instituto terciario, y hasta ahi. Pero el copia y pegue que hicieron los miembros de la Comisión del paper de Williams (ergo, de Monsanto) quiso tener patente de estudio serio. Por si “no lo sabían” los científicos “objetivos” que trabajaron en el informe del Conicet, desde Medio y Medio les acercamos algunos trabajos que representan pruebas por lo menos irrefutables.
En el año 2001, la asociación Eaux et Rivières de Bretagne había denunciado a Monsanto por anunciar que su producto Round Up era eficiente y no presentaba riesgos para el medio ambiente. Las etiquetas del herbicida aseguraban que éste era "100 por ciento biodegradable, limpio". Es la misma asociación bretona, la cual censura a Monsanto por hacer de la de la “biodegradabilidad” de su producto un argumento propagandístico, el cual ya fue juzgado falso por el sistema jurídico estadounidense. Lyon obligó a la empresa a pagarle 15.000 euros a una Ong por "publicidad mentirosa".
En 2002, un equipo científico conducido por Roberto Belle del National Center for Scientific Research (CNRS), estación biológica científica en Roscoff, Francia, demostró que el Roundup activa una de las etapas clave de la división celular que potencialmente pueden conducir al cáncer. Belle y su equipo han estado estudiando durante varios años el impacto de las formulaciones del glifosato sobre las células del erizo de mar. En diciembre de 2004, el equipo demostró en la revista Toxicological Science un daño en un 'punto de control' del ADN afectado por el Roundup, mientras que el glifosato aislado no tuvo ningún efecto.
En marzo 2005 ,Gilles-Eric Séralini Seralini especialista en biología molecular, docente de la Universidad de Caen (Francia) y director del Comité de Investigación e Información sobre Ingeniería Genética (Criigen), declaraba al Diraio Le Monde su descubrimiento de que algunas células de la placenta humana son muy sensibles al herbicida Roundup,“Aun en dosis diluidas mil veces, los herbicidas Roundup estimulan la muerte de las células de embriones humanos, lo que podría provocar malformaciones, abortos, problemas hormonales, genitales o de reproducción, además de distintos tipos de cánceres”, dijo el cinético. También destacó que en soluciones entre 10 mil y 100 mil veces más diluidas que las del producto comercial no matan las células, pero bloquean su producción de hormonas sexuales, lo que podría provocar en fetos dificultades en el desarrollo de huesos y el sistema reproductivo. Precisó que el herbicida mata una gran proporción de las células después de sólo dieciocho horas de exposición a concentraciones menores que las utilizadas en el uso agrícola.
En abril de 2005, la Universidad de Pittsburgh, Estados Unidos, sugiere que el Roundup es un peligro para otras formas de vida no vegetales. El biólogo Rick Relyea demostró que el Roundup es extremadamente mortal para los anfibios. En lo que se considera uno de los estudios más completos sobre los efectos de los pesticidas en organismos no vegetales en un escenario natural, Relyea encontró que el Roundup causó una declinación de 70 por ciento en la biodiversidad anfibia y una caída de 86 por ciento en la masa total de renacuajos. Los renacuajos de la rana leopardo y los renacuajos grises de la rana del árbol resultaron casi eliminados.
Un informe de la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas de la Universidad Nacional de Rosario advirtió que el glifosato fue erróneamente catalogado como toxicológicamente benigno, tanto a nivel sanitario como ambiental. "La revisión toxicológica del glifosato conducida por un equipo norteamericano de científicos independientes (Northwest Coalition for Alternatives to Pesticides) indicó efectos adversos en todas las categorías estándar de toxicología: subcrónicos, crónicos, carcinogenéticos, mutagénicos y reproductivos", destacaron.
Una investigación del Hospital Italiano de Rosario, realizada entre 2004 y 2007, afirmó que "existen relaciones causales de casos de cáncer y malformaciones infantiles entre los habitantes expuestos a factores de contaminación ambiental, como los agroquímicos".
En abril pasado, Andres Carrasco, investigador del Conicet y director del Laboratorio de Embriología Molecular de la Universidad de Buenos Aires, determinó con su investigación que “el glifosato puro, en dosis menores a las usadas en fumigación, genera malformaciones” y que el químico “podría estar interfiriendo en algún mecanismo normal del desarrollo embrionario que tiene que ver con la forma en que las células se dividen y mueren”. Las dosis de herbicida utilizadas para el estudio “estuvieron muy por debajo de los niveles que se usan en las fumigaciones, por lo que la situación es mucho más grave debido a que “el glifosato no se degrada”.
Esperamos que este aporte no haya llegado tarde, ¿o si?
http://www.medioymedio.com.ar/nacionales/958-muchas-pruebas-contra-el-glifosato-que-ignoraron-baranao-y-su-comision.html
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