de exitoso empresario menemista a mediador de la minera con la administración k
El empresario es amigo del fundador de la multinacional, el inglés Peter Munk. En su nombre visitó a mediados de abril a la Presidenta en la Casa Rosada para pedirle que acelere el permiso para iniciar las obras del proyecto Pascua Lama. Tuvo éxito.
Diego Genoud
19.07.2009
Oro. A pedido del gobernador Gioja y del secretario de Minería, Mayoral, Soldati intervino para que la Casa Rosada autorizara el proyecto minero de la Barrick Gold.
Santiago Soldati, uno de los grandes beneficiados por las privatizaciones de los 90, ahora es asesor estrella de la minera canadiense Barrick Gold Corporation. El empresario que fue socio de Telefe, Telefónica, Aguas Argentinas, Gas Natural BAN, Transener y Transportadora del Gas del Norte se enorgullece de haber sido clave para destrabar el proyecto binacional Pascua Lama, que se expande entre San Juan y la Tercera Región de Chile, y tiene reservas por 17 millones de onzas de oro.
Entre los hombres de negocios coinciden en que Soldati está a años luz de su época dorada, pero resulta innegable que su fina capacidad le permite sintonizar siempre con el modelo económico en curso. Es que si algo ha caracterizado al kirchnerismo, casi tanto como su rechazo tardío al modelo sojero, es su apuesta de fondo por el modelo minero que se asienta sobre una seguidilla de leyes sancionadas durante el gobierno de Carlos Menem.
Pese a que Soldati no forma parte del empresariado que más ganó con el kirchnerismo, ha cultivado una relación cordial con el matrimonio presidencial. En San Juan hay quienes lo mencionan como el salvador del proyecto Pascua Lama, pero él afirma que eso sería demasiado. En el momento en que el emprendimiento se demoraba más de lo deseado y parecía naufragar, el gobernador José Luis Gioja y el secretario de Minería, Jorge Mayoral, –hoy enfrentados– coincidieron en pedirle que intercediera para que una parte del proyecto se realizara del lado argentino. “Pascua Lama ha culminado con su vía crucis”, afirma.
Soldati es amigo personal del inglés Peter Munk, el fundador de la Barrick, que tiene 80 años, y a mediados de abril visitó a Cristina Kirchner en la Casa Rosada para pedirle que acelere el inicio de las obras en Pascua Lama. Su presencia en Balcarce 50 sorprendió a todos en mayo, cuando los directivos de la compañía volvieron a reunirse con la Presidenta para anunciar el inicio de la construcción de la mina de oro más grande de Sudamérica y la promesa de invertir 3 mil millones en 25 años.
En un reportaje que le concedió a Diario de Cuyo, Soldati se mostró como un fervoroso defensor del emprendimiento minero y de la multinacional canadiense que acumula denuncias por contaminación. “Pascua Lama ha hecho y hará historia, pese al tiempo que llevó aprobar el informe de impacto ambiental –dos años– y a las trabas tributarias entre la Argentina y Chile. Fue lo primero que le dije a la presidenta Cristina Fernández cuando nos reunimos para comunicarle la decisión de llevar a cabo el proyecto binacional. Soy muy amigo de Munk y tenía un interes personal en que salga adelante”, admitió. Crítica de la Argentina intentó comunicarse con él para esta nota pero sus voceros no contestaron los llamados.
Su caso es comparado en círculos oficiales con el de Franco Macri, otro emblema de la década del 90 que hoy oficia de lobbysta de CITIC Group, la multinacional de capitales chinos que a fines de 2008 firmó un contrato con la Secretaría de Transporte para venderle al Estado nacional 279 vagones de subte.
El empresario dice que no sabe si va a convertirse en el director del proyecto, pero asegura que seguirá siendo asesor de la Barrick. Aún es dueño del Tren de la Costa y del Parque de la Costa y tiene acciones en el casino Trilenium, Eléctrica del Plata, TDH Holding, Interpetrol y Agrosol. En septiembre de 2008 formó parte de la comitiva que acompañó a los Kirchner a Nueva York. La última operación conocida que lo involucró fue la venta de Sociedad Comercial del Plata Construcciones, que pasó a manos del empresario kirchnerista Cristóbal López.
http://criticadigital.com/impresa/index.php?secc=nota&nid=27761
Entre los hombres de negocios coinciden en que Soldati está a años luz de su época dorada, pero resulta innegable que su fina capacidad le permite sintonizar siempre con el modelo económico en curso. Es que si algo ha caracterizado al kirchnerismo, casi tanto como su rechazo tardío al modelo sojero, es su apuesta de fondo por el modelo minero que se asienta sobre una seguidilla de leyes sancionadas durante el gobierno de Carlos Menem.
Pese a que Soldati no forma parte del empresariado que más ganó con el kirchnerismo, ha cultivado una relación cordial con el matrimonio presidencial. En San Juan hay quienes lo mencionan como el salvador del proyecto Pascua Lama, pero él afirma que eso sería demasiado. En el momento en que el emprendimiento se demoraba más de lo deseado y parecía naufragar, el gobernador José Luis Gioja y el secretario de Minería, Jorge Mayoral, –hoy enfrentados– coincidieron en pedirle que intercediera para que una parte del proyecto se realizara del lado argentino. “Pascua Lama ha culminado con su vía crucis”, afirma.
Soldati es amigo personal del inglés Peter Munk, el fundador de la Barrick, que tiene 80 años, y a mediados de abril visitó a Cristina Kirchner en la Casa Rosada para pedirle que acelere el inicio de las obras en Pascua Lama. Su presencia en Balcarce 50 sorprendió a todos en mayo, cuando los directivos de la compañía volvieron a reunirse con la Presidenta para anunciar el inicio de la construcción de la mina de oro más grande de Sudamérica y la promesa de invertir 3 mil millones en 25 años.
En un reportaje que le concedió a Diario de Cuyo, Soldati se mostró como un fervoroso defensor del emprendimiento minero y de la multinacional canadiense que acumula denuncias por contaminación. “Pascua Lama ha hecho y hará historia, pese al tiempo que llevó aprobar el informe de impacto ambiental –dos años– y a las trabas tributarias entre la Argentina y Chile. Fue lo primero que le dije a la presidenta Cristina Fernández cuando nos reunimos para comunicarle la decisión de llevar a cabo el proyecto binacional. Soy muy amigo de Munk y tenía un interes personal en que salga adelante”, admitió. Crítica de la Argentina intentó comunicarse con él para esta nota pero sus voceros no contestaron los llamados.
Su caso es comparado en círculos oficiales con el de Franco Macri, otro emblema de la década del 90 que hoy oficia de lobbysta de CITIC Group, la multinacional de capitales chinos que a fines de 2008 firmó un contrato con la Secretaría de Transporte para venderle al Estado nacional 279 vagones de subte.
El empresario dice que no sabe si va a convertirse en el director del proyecto, pero asegura que seguirá siendo asesor de la Barrick. Aún es dueño del Tren de la Costa y del Parque de la Costa y tiene acciones en el casino Trilenium, Eléctrica del Plata, TDH Holding, Interpetrol y Agrosol. En septiembre de 2008 formó parte de la comitiva que acompañó a los Kirchner a Nueva York. La última operación conocida que lo involucró fue la venta de Sociedad Comercial del Plata Construcciones, que pasó a manos del empresario kirchnerista Cristóbal López.
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