“No se puede tapar el sol con las manos”

La ex diputada nacional Marta Maffei impulsora de la hoy vetada Ley de Glaciares señaló que la censura a la revista Rumbos no es el primero.“Si transmitimos por televisión se cae la señal. No se puede tapar el sol con las manos ni ocultar la verdad todo el tiempo”, aseguró. Por su parte, Fernanda Reyes aseguró que "se están violando los derechos humanos".

La censura que el último número de la revista Rumbos sufrió este último fin de semana como consecuencia de la publicación de un informe sobre la actividad minera en la Argentina ya tiene repercusiones en el ámbito legislativo. Durante la realización de la marcha en contra del veto a la Ley de Glaciares y del inicio del megaproyecto minero Pascua-Lama de la multinacional minera Barrick Gold en la provincia de San Juan, la ex diputada nacional y autora de la ley vetada por la presidenta Cristina Kirchner en noviembre último, Marta Maffei, indicó que no es la primera vez que se sufre la censura.

“No es solamente a la distribución del material de prensa o de artículos periodísticos. Casualmente cuando estamos dando entrevistas para programas de televisión se cae la señal. No se puede tapar el sol con las manos, no se puede ocultar la verdad tanto tiempo”, sostuvo.

Por su parte, la diputada nacional de la Coalición Cívica, Fernanda Reyes, manifestó que hay “un nivel de censura altísimo en las provincias mineras. Creo que hay una subestimación hacia la sociedad de San Juan y también una situación de inseguridad por parte de las empresas mineras, porque si estuvieran tan convencidos de que la minería es tan buena no entiendo por qué la censura sobre lo que hacen”.

Según informó la legisladora, las multinacionales mineras “tienen comprados todos los medios de comunicación e incluso hay persecución política en provincias como La Rioja hacia quienes se manifiestan en contra de la actividad. Acá se están violando los derechos humanos”.

De acuerdo a lo manifestado por Reyes, este tipo de hechos “deben ser denunciados ya que no se puede dejar que se violen los derechos humanos en la Argentina. Hemos pasado de un tipo de explotación que perjudica la vida a la persecución política de los ciudadanos”.
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