“Minería, pasteras y soja tienen en común que son impunes y que lucran con la salud pública”
El jefe de fiscales federales del NOA, Antonio Gustavo Gómez, impulsó un centenar de causas por contaminación y fue fundamental para lograr, por primera vez, el procesamiento de un alto ejecutivo minero. Cuestiona las industrias extractivas, reconoce la impunidad de cuello blanco y denuncia que quieren destituirlo.
Por Darío Aranda
Minera Alumbrera es el símbolo de la minería metalífera a gran escala de Argentina. Ubicada en Catamarca, hace trece años que extrae oro y cobre, explota 340 toneladas de roca por día y utiliza cuatro millones de litros de agua por hora en zona desértica.
Minería contaminante
-¿Cómo comienza la causa Alumbrera?
-Nace con el antecedente de denuncias de comunidades de Catamarca y Tucumán. Y a poco de comenzar a investigar detectamos que Minera Alumbrera presentaba serios problemas de contaminación. Con Gendarmería Nacional comenzamos hacer las primeras pericias y comprobamos que el canal DP2, donde Alumbrera descarga desechos, en Tucumán, tiene índices de contaminación muy elevados. El canal DP2 es muy importante porque allí Alumbrera tira todo tipo de materiales, incluso algunos reconocidos por informe de impacto ambiental de la minera, contaminantes radioactivos, como el estroncio, muy contaminante. Esa investigación preliminar concluye en dos partes: por el hecho de contrabando, que se requiere instrucción en Rosario, y la contaminación ambiental. Soy fiscal de Cámara, así que entrego esa información al fiscal de primera instancia. Éste requiere instrucción, pide la declaración indagatoria del señor Julián Rooney (vicepresidente de Alumbrera). El juez federal Federico Terán le toma declaración y ordena hacer una pericia en Alumbrera, en la planta de secado. Hago un paréntesis aquí: cuando se investiga un delito contra la salud pública, como es el caso un caso de delito contra el ambiente o como un caso de narcotráfico, no se puede avisar a la empresa que va a ir a recoger muestras, porque sería como avisar al narcotraficante de que va a ir a buscar cocaína.
-¿El caso Alumbrera se caracterizó por esa metodología?
-Sin duda. Y allí nacieron nuestras primeras sospechas que el caso no estaba bien. La sospecha se confirma cuando el juez emite una resolución dictando la falta de mérito para seguir adelante con la investigación, porque alaba en su contenido el funcionamiento de las instalaciones de Alumbrera a pesar de los líquidos contaminantes que nosotros habíamos recogido y, casualmente, el juez recoge muestras y no encuentra ninguna de las anomalías que nosotros habíamos encontrado. El fiscal federal Emilio Ferrer apela. Tratamos de aportar pruebas y
-¿Qué pruebas permiten el procesamiento?
-Hay pruebas de contaminación hasta en los informes de impacto ambiental de la propia empresa. A confesión de partes, relevo de pruebas. Esos informes aceptan, literalmente, la contaminación por encima de los niveles permitidos por la ley 24051, que es nuestra ley penal ambiental. El informe de
-¿Cuál podría ser la condena de Rooney?
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-¿En el caso de Alumbrera quién sería el funcionario responsable?
-Hay que remarcar que detrás de cada delito ambiental hay un funcionario corrupto. En el caso Alumbrera he pedido la imputación directa del secretario de Minería de
-¿Cuál es el estado actual de la causa?
-La causa penal se dividió en dos partes. El recurso de casación vino a
Denuncias, sumario y destitución
-¿Qué relación existe entre la investigación Alumbrera y los pedidos de destitución en su contra?
-Los pedidos de destitución en mi contra, que no tienen ningún sentido, no son casuales, están vinculados a la causa Alumbrera. El procesamiento del vicepresidente de Minera Alumbrera era algo cantado en febrero de este año y las denuncias en mi contra son posteriores. El secretario general del gremio judicial, Julio Piumato, me acusa de presionar a mis empleados. Y yo con mi empleados tengo una excelente relación. Y eso se traslució en que los empleados le expresaron al procurador general y al propio Piumato que todas las aseveraciones que hacía Piumato eran absolutamente falsas. Tengo diez empleados, hubo unanimidad, salvo la delegada gremial, que es mi secretaria letrada, con la cual yo no puedo contar ya hace mucho tiempo por diferencias en torno a derechos humanos. Piumato me acusa que no delego el mando en la secretaria y es así porque soy el titular de la fiscalía y por reglamento yo decido. Cuando todos los empleados me defendieron diciendo que eran mentira las acusaciones, Piumato denunció que yo presioné a los empleados para eso y amplió la denuncia. Los empleados se han ofrecido a firmar frente a escribano público. Otra denuncia de Piumato me acusa por no permitir que los empleados hagan capacitaciones. Es ridículo, soy el director de capacitación del Ministerio Público de Tucumán. Además firmé convenio con
-¿Cómo repercutieron esos pedidos de destitución?
-Coayudaron a que no realice más investigaciones preliminares. Además, el procurador general de
-¿Qué implica que no puede avanzar con investigaciones preliminares?
-La técnica es que si recibo una denuncia se la paso a un fiscal de primera instancia para que requiera instrucción, se inicie la causa penal y seguir avanzando. Las causas penales en nuestro país duran muchísimo y para salvar ese espacio de tiempo y hacerlas mucho más breve el artículo 26 de
-Pero no tiene prohibido realizar investigaciones preliminares.
-El procurador general no me prohibió las investigaciones, pero no desestimó las denuncias falsas que hay sobre mí y limitó el tiempo de las investigaciones. Los pedidos de destitución y el avance de esas denuncias me ha llevado a no realizar más investigaciones preliminares. Es muy doloroso tratar de cumplir una función que no me es obligatoria y no contar con un respaldo concreto y efectivo de mi superior jerárquico. Hay que tener presente que un axioma que corre por tribunales dice “si vos querés planchar a un magistrado activo, empapelalo a denuncias y demorale los trámites”.
-¿Por qué el procurador debiera darle respaldo? ¿Es su obligación?
-Yo creo que sí. Yo le doy respaldo, como superior, a los fiscales de primera instancia si me consta que hacen las cosas bien. Si hay algo que he hecho mal, es necesario que el procurador general me lo diga y no que me tenga con un proceso de estas características sin una definición concreta. Estoy seguro que no he hecho nada malo.
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-En primer lugar, Esteban Righi ha rechazado denuncias contra fiscales, no sé por qué ahora no actúa de la misma forma y dice que hacerlo sería actuar con discrecionalidad. Por otro lado, el Consejo Evaluador, que evalúa las denuncias en mi contra, está compuesto por cinco integrantes, todos elegidos por Righi, esa es una falla, creo que debe ser por sorteo o elegido por pares, por los propios fiscales, como es en Brasil. El Consejo se expidió hace un mes y dijo que hay motivos para hacerme un sumario. Ahora me tienen que nombrar un sumariante y, según lo que decida, el procurador tiene que aceptar o no la recomendación del Consejo y del sumariante, y si el procurador lo acepta me suspenden en el cargo y hacen el jury de enjuiciamiento. No cuestiono que se me investigue, que lo hagan, pero que por lo menos la denuncia incluya un delito, no como ahora que me denuncian por investigar. No violé la ley. Además no tengo ninguna buena opinión del Consejo, tengo enfrentamientos con algunos de ellos y no tiene que ver con personal, sino con lo que pensamos del Ministerio Público. Puedo estar en los últimos minutos de mi carrera, pero si es así quiero dejar explicitado que deseo que los ciudadanos se comprometan en la administración de justicia. Cuando usted tiene en un platito de la balanza sentado al poder económico y al poder político, si del otro lado no ponga a la gente no hay posibilidad alguna y se garantiza la impunidad. Y en la mayoría de los delitos de cuellos verde y de cuello blanco el poder económico y político están sentados juntos, y si del otro lado no está la gente, la cosa va mal. El poder judicial, la administración de justicia es demasiada importante para dejarlo sólo en manos de jueces, fiscales y abogados
Modelos de impunidad
-Minería, pasteras y monocultivo de soja ¿qué observa en común?
-Minería, pasteras y soja tienen en común que son impunes y que lucran con la salud pública. Y esto es un tema central de control. En este país, según Transparencia Internacional, es muy alta la impunidad. Y la corrupción es en función de la impunidad. Si no existiera impunidad, no habría corrupción. Un dato: del
-¿Está seguro que los tres modelos extractivos contamina?
-Absolutamente.
-¿Y por qué no hay causas judiciales?
-En algunos casos hay causas y en la mayoría no avanzan porque hay un gran desconocimiento de derecho penal ambiental desde la propia facultad, donde no se aborda el tema. Nadie sale de la facultad capacitado para abordar estos delitos.
-¿Quiénes propician la impunidad para que contaminen?
-Es impunidad estructural y personal. Hay impunidad por fallas de normas procésales, pero aún así digo que hay que hacer pan con la harina que se tiene. Hay que agudizar el ingenio porque aún con las normas que tenemos podemos hacer investigaciones. Igual insisto: los ciudadanos de a pie tienen que hacer denuncias ambientales.
-¿Fallan los organismos de control o es una política de complicidad para contaminar?
-En algunas áreas es una política de complicidad. Creo que la corrupción es transversal. Atraviesa toda la dirigencia, todas las capas. El poder económico viene a Argentina a contaminar porque aquí le hemos facilitado las cosas. La minería es un caso emblemático. Si se cumplieran las normas vigentes y el Estado realizara de manera rigurosa los controles necesarios, la minería a cielo abierto, altamente contaminante, no sería rentable y por lo tanto a las empresas multinacionales no les interesaría explotar el negocio. Con las papeleras e ingenios sucede lo mismo.
-¿La contaminación es una forma de obtener ganancias?
-En las empresas internacional, sin duda.
-¿Qué opina del uso de agrotóxicos como el glifosato?
-Cuando cae a la tierra provoca un grave caso de contaminación ambiental. No podemos rociar indiscriminadamente, cuando toca la tierra o el agua es muy grave.
-La jueza Silvia Sevilla, en Formosa, fue la primera en frenar las fumigaciones y fue destituida.
-Todos quienes investigamos delitos ambientales tarde o temprano nos llega la parca.
-El último año se fumigó con 165 millones de litros de glifosato. ¿Por qué no hay causas?
-Porque no hay fiscales preocupados en cuestiones ambientales y porque no hay jueces preocupados.
-¿Por qué en el caso del glifosato se pide que haya pruebas que demuestren el daño?
-Porque son ignorantes o cómplices. Porque nunca han estudiado derecho penal ambiental. En esos casos debiera aplicarse la figura de delito de peligro. El delito de peligro clásico es el narcotráfico. Porque se captura la droga antes que haga daño. Con la droga se pone en peligro a la comunidad. Los delitos de contaminación son contra la salud pública de la misma manera que el narcotráfico. Y es un delito de peligro, se lo tiene que detener antes que haga daño a la comunidad. No se puedo esperar, como ha dicho algún fiscal en Córdoba, una víctima y comprobar el nexo causal entre la contaminación y la víctima porque eso es inmoral. Está establecido en la ley, dice “quien ponga en peligro”, artículo 55 de la 24051, no dice que “dañe”. Son dos cosas muy distintas. Narcotráfico y contaminación son delitos de salud pública. El narcotráfico sólo afecta a quien quiere consumir droga que puede ser un porcentaje determinado de la población, mientras que la contaminación afecta a quienes no quieren consumir, a todos, y a pesar de ello el dinero dispuesto desde el Estado para combatir el narcotráfico es interminable, pero para combatir la contaminación es casi inexistente. Estamos pidiendo pruebas a las fuerzas de seguridad y nos dicen que están abarrotadas para dentro de meses.
-¿El poder judicial tiene temor o es cómplice?
-Creo que el poder judicial, en general, en nuestro país es el responsable de la impunidad. Creo que en muchos casos los jueces se autocensuran porque tienen miedo que les pasen cosas como lo que me está pasando o lo que le pasó a la jueza de Formosa. Entonces más vale tener perfil bajo y cobrar todos los meses el sueldo. Si hubiera fiscales y jueces preocupados no podrían avanzar con la contaminación, que además siempre afecta a los más pobres, ya que los ricos nunca se asientan en zonas contaminadas.
-¿Faltan leyes ambientales o faltan cumplirlas?
-Falta cumplirlas. Aunque también nos vendrían muy bien artículos penales ambientales en el código penal ambiental. El derecho penal ambiental es de las últimas barreras que queda para frenar la contaminación. El contaminador, mientras pueda pagar, contamina y paga. Pero cuando lo amenaza con la cárcel, deja de contaminar.
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