Me pregunto… Qué pasaría si al genocida Jorge Rafael Videla se le ocurriera hacer una donación a un ente público, por ejemplo para “colaborar” a costear el tratamiento psicológico a los hijos de desaparecidos, intentando “paliar” así un dolor del que él fue responsable directo?
Y si Alfredo Astiz decidiese donar alguna limosna de sus ahorros para las víctimas que dejó su accionar ese tristemente célebre día en la Iglesia de la Santa Cruz…¿sería socialmente aceptado?
Creo, sin lugar a equivocarme, que no.
Por suerte, tan profunda ha sido la lucha en este país durante tantos años por el Juicio y Castigo de tanta muerte, que la famosa frase de LOS JUZGA UN TRIBUNAL…LOS CONDENAMOS TODOS, allí cobraría cuerpo.
Ahora bien. Casi veinte años de trabajar en el Hospital de Pediatría Garrahan, me han hecho ejercitar la capacidad de asombro de una manera tal que, de no ser por lo triste y costoso que a veces resulta, debería estar agradecida.
En mi paso por la sala de oncología del hospital he tenido la triste fortuna de ver desfilar muchos personajes, claro, no hay nada que conmueva más que una foto junto a un niño con una enfermedad oncológica.
Por allí he visto peregrinar, con el lógico permiso oficial, a la barra brava de Boca, que entremezclada con algunos jugadores de segunda línea del plantel entregaba baratos juguetitos a los niños que allí esperaban su correspondiente quimioterapia, de manos nada menos que de los inocentes hermanitos Di Zeo…
Situación que fue hecha pública por quien suscribe y denunciada a través de la Revista deportiva Un Caño, en una nota que hiciera el periodista y abogado de Derechos Humanos Dr. Pablo Llonto en dicha oportunidad.
Pero todo no termina ahí, cual vidriera irrespetuosa, los personajes nefastos continuaron siendo autorizados a lavar sus culpas, “mostrando sus bondades” junto a los pacientitos…
Así fue que una mañana… hace unos años atrás…la repartija a los niños oncológicos fue también de baratitos juguetes pero esta vez….bélicos….sí….!!
Allí, en el fondo, en un lugar casi escondido del servicio eran “recibidos y alabados” por autoridades de la institución… Situación por demás vergonzosa.
Hecho que también fue denunciado públicamente en esa oportunidad por medio de una carta abierta (adjunta).
Si digo que vivimos en una sociedad donde el valor económico está por encima de cualquier otro, no sorprendería a nadie por cierto.
Igual, aunque esto siga siendo así, no quiero dejar de rebelarme cada vez que eso ocurre.
No quiero, no deseo acostumbrarme a que esto sea así, aunque no alcance solo con lo que yo pienso para lograr cambiarlo.
Actualmente en el país, las autoridades provinciales, nacionales y sanitarias, etc., siguen mirando para otro lado, cuando aproximadamente 12 millones de personas, son rociadas de manera sistemática por más de 200 millones de litros de agrotóxicos (venenos) que están provocando abortos, malformaciones, enfermedades autoinmunes, cáncer, problemas respiratorios, contaminación del medio ambiente, muerte en adultos y niños.
Una de las empresas responsables de semejante genocidio encubierto, una de las más corruptas y criminales de la historia a nivel mundial se llama MONSANTO. Cuando uno ve que dicha empresa es una de las que “colabora” día a día con la Fundación Garrahan, realmente da mucha bronca e impotencia.
Y hago mención a Monsanto porque actualmente me ocupa el tema, pero podría nombrar también el dinero sucio que aporta a la Fundación la empresa “Ledesma”, que, vaya si está manchado con sangre su dinero o la “minera Alumbrera” que no solo nos dejará sin cordillera y sin agua, sino además todo el territorio contaminado con cianuro y otras yerbas.
Libertad de envenenar…de enfermar…de matar…y también de darse el lujo de donar sus limosnas donde, probablemente, se atiendan sus propias víctimas.
Me vuelvo a preguntar: ¿qué diferencia hay entre Videla, Astiz, Monsanto, Ledesma, Minera Alumbrera?
Me inquieta pensar que hay historias que aquí vuelven a repetirse en intenciones y crueldad, bajo otra piel y nos falte poder de respuesta colectiva, que no hayamos aún aprendido bien la lección para poder identificar a los asesinos.
Ojalá me equivoque.
Mercedes Mendez (Mechi)
Enfermera Profesional
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