POR LA INTERVENCIÓN FEDERAL A CATAMARCA
El debate minero en la Argentina de hoy es un debate sobre derechos humanos de las comunidades y ciudadanos, antes que un debate técnico o económico.
Lo que está primariamente en juego son los derechos humanos a la vida, al ambiente
sano, a la libre información, a la decisión soberana de las comunidades, a la no represión, criminalización y violencia de fuerzas estatales y para-estatales sobre las poblaciones afectadas por megaemprendimientos mineros.
Son los derechos humanos de las comunidades afectadas lo que está amenazado en primer lugar.
La provincia de Catarmarca, particularmente Tinogasta, Belén, Santa María y Andalgalá, es hoy un territorio ocupado por empresas extranjeras (Minera Alumbrera y Agua Rica) que imponen su voluntad subordinando a los poderes públicos constitucionales, los que han abdicado de su función.
Hoy, Catamarca es Malvinas; toda la región cordillerana y centro-oeste argentino, es el
Atlántico Sur. Las compañias mineras Barrick Gold, La Alumbrera y otras megamineras
son las Falkands Islands Co.: quieren convertirnos en kelpers en nuestros propios
territorios.
El colonialismo se impone sobre la soberanía de los pueblos ante la omisión y complicidad del Estado nacional y los Estados provinciales. No tenemos principito, pero tenemos reina madre y una gran corte de adulones y cipayos.
La omisión de responsabilidades estatales propias; el abandono de ciudades y personas al control paraestatal de bandas mega-mineras, plantean y justifican la necesidad de una intervención federal inmediata para recuperar la soberanía nacional, popular y democrática sobre ese territorio y restablecer los derechos humanos conculcados.
Es necesario que el Congreso de la Nación dicte una ley de intervención federal
sobre los tres poderes de la provincia de Catamarca, y libere el territorio nacional de
corsarios extranjeros.
Pablo Bergel
Diputado C.A.B.A
Prensa: Hernán Worthalter
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