Beatriz Rojkés reunió a empresarios, sindicalistas y legisladores, que justificaron las explotaciones
La titular del Senado, Beatriz Rojkés, presidió el encuentro. Foto: Télam
La presidenta provisional del Senado, la kirchnerista Beatriz Rojkés de Alperovich (Tucumán), organizó ayer una jornada para que empresarios, sindicalistas, especialistas y legisladores realizaran una encendida defensa de la actividad minera y descalificaran los argumentos que organizaciones ambientalistas esgrimen contra la minería a cielo abierto que se desarrolla en provincias como San Juan, Catamarca y La Rioja.
En medio de tanto apoyo a la minería, la única voz disonante fue la del senador radical Mario Cimadevilla (Chubut), quien desafió a los invitados a que vendieran sus patrimonios "por el 3% de su valor, que es lo que les queda a las provincias" en concepto de regalías. Ninguno de los presentes respondió.
La de ayer no fue una reunión oficial, sino que fue organizada por iniciativa de Rojkés, esposa del gobernador de Tucumán, José Alperovich. Así lo aclaró el presidente de la Comisión de Minería de la Cámara alta, Horacio Lores (MPN-Neuquén), cuando dijo que "recién después del 1° de marzo" fijará la estrategia para debatir el tema.
En el encuentro -al que asistió el jefe del bloque de diputados kirchneristas, Agustín Rossi-, no hubo invitados de organizaciones ambientalistas ni representantes de las poblaciones que protestan contra los emprendimientos cuestionados, como los de San Juan o Andalgalá:
Sólo hubo posturas favorables a la explotación minera. Así, Mario Capello, secretario del Colegio Argentino de Ingenieros en Minas, calificó de "disparates" y de inducir "miedo en la gente" los argumentos en contra de la minería a cielo abierto. "No hay ninguna posibilidad de contaminación porque el cianuro se usa en circuito cerrado", afirmó.
Capello también negó que la actividad afecte el agua potable de las regiones en las que se instala. Citó, como ejemplo, que "el caudal de los ríos en San Juan es de 10.000 litros por segundo, mientras que la minería sólo usa 54 litros por segundo, lo mismo que se da a una finca pequeña para regadío", afirmó.
TEMOR AL DESEMPLEO
El titular de la Asociación Obrera Minera Argentina, Héctor Laplace, manifestó su preocupación "desde el punto de vista del trabajo" porque "hay mucha falacia en torno a la actividad". Dijo que "los trabajadores mineros no saben hacer otra cosa" y que si se prohibieran los emprendimientos habría una ola de desempleo. Advirtió que "las inversiones van a ir donde les den garantías". El mismo argumento utilizó Luis Gallino, presidente del Consejo Superior de Profesionales en Geología, quien sostuvo que "si en la Argentina no se resuelve rápido esta división, se van a afectar las inversiones".
A su turno, Hugo Nielson, secretario general del Organismo Latinoamericano de Minería, reclamó "explotar la minería ahora, sobre todo para determinados minerales que en diez años podrían no ser tan importantes o demandados". Sin embargo, fue el único invitado que esbozó alguna crítica, al señalar que en materia de regalías existe una "distribución desequilibrada", ya que "la Nación se queda con la parte más importante de la recaudación".
Ese argumento utilizó el senador Cimadevilla, cuando desafió a los invitados a vender sus bienes por apenas el 3% de su valor. Cuestionó las facilidades y exenciones impositivas que la actividad tiene garantizadas desde que se sancionó la ley de minería, en los años 90, y los contratos vigentes. "No hay compromiso de inversiones a futuro: la minería se agota con el mineral y luego aparecen los pueblos fantasma", subrayó.
Cimadevilla criticó el apoyo sindical a la actividad minera. "Estamos cambiando recursos por salarios" y rechazó las afirmaciones sobre que el cianuro no contamina, al destacar que la Unión Europea prohibió su uso en la explotación minera.
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