29.09.2011
El magnate neoyorquino Tompkins en sus tierras de Corrientes.
País / Douglas Tompkins tiene más de 200.000 hectáreas, pero ve "razonable" el proyecto oficial que regula la posesión del suelo. Además, se defiende de las sospechas y habla de Cristina, Obama, la crisis, la soja y la "guerra del agua".
Por andrés fidanza
Douglas Tompkins es un millonario neoyorquino de 68 años y modos más que amables. En 1968 fundó la exitosísima marca de ropa The North Face, especializada en montañismo; después acumuló unos tranquilizadores 200 millones de dólares y compró más de 800.000 hectáreas entre Chile y la Argentina (una cuarta parte correspondería a nuestro país).
Hasta ahí, el currículum duro de "Doug", que logra confundir con su aspecto de jubilado apacible y frágil, probablemente oriundo de Boca Ratón. Según su autodescripción, es un ecologista y filántropo cuyo método y promesa magnánima se resume en: comprar grandes terrenos en lugares estratégicos –reservas de agua, tal el caso de su dominio en los Esteros del Iberá, Corrientes-, reconvertirlos en naturaleza virgen o casi virgen, y luego donarlos a la administración de Parques Nacionales.
En el mito que circula por los alrededores de su estancia Rincón del Socorro (una microcomunidad de 12.000 hectáreas ubicada sobre el acuífero Guaraní, una de las reservas de agua más grandes del mundo) es un gringo misterioso con buenas o las peores intenciones: un yanqui que vino para quedarse con el agua argentina, en la versión popular más paranoica. Y para el dirigente social Luis D’Elía, que en 2006 cortó por la fuerza las tranqueras de Rincón del Socorro, Tompkins es simplemente un agente de la CIA. "Puros prejuicios", responde él.
La nota completa, en la edición impresa de Newsweek.
http://www.elargentino.com/ nota-159689-Mister- Terrateniente.html
Douglas Tompkins es un millonario neoyorquino de 68 años y modos más que amables. En 1968 fundó la exitosísima marca de ropa The North Face, especializada en montañismo; después acumuló unos tranquilizadores 200 millones de dólares y compró más de 800.000 hectáreas entre Chile y la Argentina (una cuarta parte correspondería a nuestro país).
Hasta ahí, el currículum duro de "Doug", que logra confundir con su aspecto de jubilado apacible y frágil, probablemente oriundo de Boca Ratón. Según su autodescripción, es un ecologista y filántropo cuyo método y promesa magnánima se resume en: comprar grandes terrenos en lugares estratégicos –reservas de agua, tal el caso de su dominio en los Esteros del Iberá, Corrientes-, reconvertirlos en naturaleza virgen o casi virgen, y luego donarlos a la administración de Parques Nacionales.
En el mito que circula por los alrededores de su estancia Rincón del Socorro (una microcomunidad de 12.000 hectáreas ubicada sobre el acuífero Guaraní, una de las reservas de agua más grandes del mundo) es un gringo misterioso con buenas o las peores intenciones: un yanqui que vino para quedarse con el agua argentina, en la versión popular más paranoica. Y para el dirigente social Luis D’Elía, que en 2006 cortó por la fuerza las tranqueras de Rincón del Socorro, Tompkins es simplemente un agente de la CIA. "Puros prejuicios", responde él.
La nota completa, en la edición impresa de Newsweek.
http://www.elargentino.com/
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