Más potencia y gas, las metas de 2012
Publicado el 29 de Septiembre de 2011La Ley de Leyes presentada ayer en el Congreso por el ministro de Economía incluye el cierre de la interconexión eléctrica, más investigación en materia nuclear y ampliación de la capacidad de los gasoductos troncales.
Luego de haberse concluido este año dos obras eléctricas como la central hídrica Yacyretá y la puesta en marcha de la atómica Atucha II –ambas demoradas por años de corrupción y falta de políticas en la época neoliberal–, la perspectiva de obras energéticas para el año 2012 van en dirección de consolidar la interconexión eléctrica del país de norte a sur, priorizar la investigación en materia nuclear, ampliar la capacidad de los gasoductos troncales y seguir construyendo (tanto el Estado como los privados) nuevas generadoras de electricidad, punto clave para que la oferta acompañe el crecimiento superior al 5% que se pronostica para el año próximo.
Según el detalle del Presupuesto Nacional 2012 que el ministro de Economía, Amado Boudou, presentó ayer en el Congreso (ver p. 8 y 9), el Ministerio de Planificación que conduce Julio De Vido tendrá un año de mucha labor para llevar adelante y monitorear los trabajos que se planificaron: con el propósito de garantizar la sustentabilidad del suministro eléctrico, hay créditos presupuestados destinados al tendido de líneas de alta tensión comprendidas en el Plan Federal de Transporte, de las línea NOA-NEA en el marco de las acciones para integrar la zona del Norte Grande y la línea de 500 kV Pico Truncado-Río Gallegos-Río Turbio y El Calafate.
A la vez, se contemplan asignaciones destinadas a la ejecución de obras de tendido de líneas de baja y media tensión (las que llevan la energía a los domicilios); como así también la construcción y rehabilitación de estaciones transformadoras a fin de dar solución a los problemas de abastecimiento y restricciones al transporte.
En este sentido, Oscar Dores, director de la Fundación para el Desarrollo Eléctrico (Fundelec), consideró que “es una alegría y es fundamental el plan de transporte que se implementó y que debe seguir, porque eso nos permitió que el país esté integrado, y deje de funcionar sólo en Buenos Aires”. Además, destacó la diversificación de la matriz energética, que a su entender “debería seguir con alguna hidroeléctrica de gran porte”.
Por otra parte, y considerando el potencial de uranio y agua pesada que tiene el país, el presupuesto hace una apuesta fuerte al desarrollo de nuevas tecnologías en materia de energía nuclear. Así, la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) tiene previsto incrementar la capacidad de investigación en materia de diseño, ingeniería, montaje, puesta en marcha, operación y asistencia de reactores. Además, se prolongará la vida útil de la central Embalse, una de las tres centrales nucleares del país, junto a Atucha I y II.
La central de carbón de Río Turbio, que aportará 240 MW, es otra de las obras a realizarse el año próximo. La usina, importante para la provisión en el sur, llevará energía al sistema interconectado a través de la Línea Patagónica. De esta forma, y como hay en carpeta diferentes usinas encaradas en conjunto o individualmente entre el Estado y privados, el presupuesto incluye fondos para otro de los temas espinosos en los últimos años: con qué combustible abastecer a las usinas eléctricas.
En este sentido, se contempla dinero para la ampliación de la capacidad de abastecimiento de gasoductos troncales con el fin de proveer a las centrales de generación termoeléctricas y abastecer a usuarios residenciales y comerciales de gas natural.
De todas maneras, el plan gasífero argentino corre hoy por varios caminos: por fuera del presupuesto, además de los Planes Petróleo y Gas Plus para reactivar la producción nacional de pozos convencionales, la apuesta de empresas como YPF, Petrobras y Pan American Energy son los recursos energéticos en base a fuentes no convencionales. Así, persistirá la búsqueda de petróleo off shore en el mar, a la vez que continuará el plan de YPF –la petrolera de los Eskenazi, donde el Estado es socio– de buscar gas en reservorios de arenas profundas y arenas compactas. Asimismo, y en línea con la tendencia mundial, el país seguirá importando gas líquido en barcos, otra de las líneas de provisión del energético, tanto para los domicilios como para las industrias.
Según datos del Ministerio de Planificación, la ejecución de estas obras seguiría el camino de los trabajos en materia de infraestructura energética llevados a cabo desde 2003 a esta parte, período en el que se incorporaron 7422 MW al sistema eléctrico, que representan haber ampliado un 41,5% la potencia eléctrica del país.
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