Luis Gutiérrez-Esparza | Gaceta Tamaulipas
martes, 24 de mayo de 2011
Buenos Aires, Argentina.- Sin duda, una de las más destacadas y significativas personalidades que asistirán a los trabajos del Tribunal Ético sobre las Bases Militares Extranjeras en América Latina y el Caribe; y de la Conferencia Continental sobre la Militarización Imperial: Comando Sur, USAID y “Cultura Estratégica”, los días 31 de mayo y 1 de junio, en Buenos Aires, Argentina, es Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz.
Argentino -originario de Buenos Aires-, arquitecto, escultor, Pérez Esquivel ha sido, sobre todo, un incansable promotor de la paz, el desarme, los derechos humanos. En 1980 se le concedió el Nobel de la Paz por su inquebrantable compromiso con la defensa y la promoción de los derechos humanos. En esa oportunidad, declaró que recibía el premio “en nombre de los pueblos de América Latina y, en particular, de los más pobres de todos aquellos comprometidos con sus pueblos”.
Fundador y presidente honorario del Servicio Paz y Justicia (Serpaj), sigue siendo infatigable y entusiasta. Su palabra conmueve, arrastra, motiva. He tenido el privilegio de tratarlo, de entrevistarlo. Esto me dijo hace unos meses, cuando le pregunté cuál es su percepción sobre la existencia de bases militares extranjeras en América Latina:
“El significado que tiene es de colonialismo, de agresión, de sometimiento de nuestros pueblos como rehenes. Esas bases militares estadunidenses están totalmente injustificadas. Lo que pasa es que también tenemos que hablar que no es sólo Estados Unidos, sino los gobernantes que permiten la instalación de bases militares en territorio latinoamericano.
“Caso concreto: Colombia, con el presidente Uribe, ahora Santos; el Plan Puebla Panamá; Centroamérica, el Caribe y en la triple frontera de Argentina, Paraguay y Brasil. Pero también tenemos que hablar de la reactivación de la IV Flota de estados Unidos y la fortaleza que están haciendo en Malvinas, tanto Gran Bretaña como Estados Unidos, violando el derecho internacional de la soberanía argentina. El caso de Malvinas es un indicador del colonialismo a nivel continental.
“Hoy Estados Unidos está metido en guerras en Irak, en Afganistán; trata de instalar bases militares en distintas partes del mundo para mantener su hegemonía mundial”.
Luis Gutiérrez Esparza: Y esto va de la mano, como creo yo que también lo comprueba el caso de la llamada Fortaleza Malvinas, con una ampliación global de la OTAN como instrumento militar de Estados Unidos, una especie de nuevo ejército global.
Adolfo Pérez Esquivel: Sí, pero no sólo eso. Aquí tenemos que hablar de Gran Bretaña, de Francia, de Italia, de muchos países que hablan de la democracia. Pero en realidad lo que buscan es la hegemonía mundial. Estados Unidos, viendo peligrar su hegemonía continental y mundial, comienza a buscar el fortalecimiento de la OTAN como una forma de un paraguas, de protección, y de ahí la invasión a Irak, a Afganistán, y el fortalecimiento con armamento nuclear de Israel.
LGE: ¿Qué perspectivas ve usted y qué le parece la iniciativa de la sociedad civil, que comienza a cobrar fuerza, de exigirles a nuestros gobiernos la firma de un tratado continental similar al de Tlatelolco, que proscriba para siempre la existencia de bases militares extranjeras en nuestros países?
APE: Me parece una buena iniciativa, necesaria, para poder avanzar en la desnuclearización de América Latina, que es una amenaza, porque cuidado, ahí en las islas Malvinas hay armamento nuclear. El caso de sacar las bases militares de Colombia, de Paraguay, de Centroamérica, sería un paso importante. Hay que ver si lo van a aceptar o van a permitir aceptarlo, a gobiernos latinoamericanos que son satélites de los Estados Unidos.
“Creo que un tratado de desmilitarización de América Latina sería muy importante. La seguridad nacional, regional y continental se debe basar en nuevos conceptos de desarrollo, de integración, de apoyo mutuo.
“Las bases militares están para después ejercer la fuerza de la dominación; pero primero está toda la dominación cultural y creo que si nosotros no tenemos la capacidad de ver esto, estamos perdidos.
“Ahora, creo que en todo esto, cuando uno ve las bases militares, tenemos que comprenderlas dentro de todo un proyecto de dominación; y cuando comience lo que va a ocurrir, la rebelión de los pueblos, van a utilizar la fuerza.
“Y por eso los pueblos tienen que tener clara conciencia de cuál es el camino de la liberación: cayeron las dictaduras militares, pero la lucha no terminó, porque la dominación continúa de distintas formas.
“La inmoral, injusta deuda externa, que es un mecanismo de dominación y de opresión de los pueblos y que los pueblos, los gobiernos, están pagando con el hambre del pueblo.
“Pero también hay que generar conciencia en los pueblos, en los gobiernos. Hay que optar en la vida: o somos hombres y mujeres libres, o somos esclavos. Yo elijo lo primero”.
Muchos, como el maestro Pérez Esquivel, hemos elegido también la libertad, cueste lo que cueste y a despecho de “guerras” absurdas que sangran a los pueblos; o de un nuevo militarismo que pretende cerrar el camino de la liberación, de la verdadera democracia. De todo esto hablaremos en Buenos Aires, donde, con muchas otras organizaciones de la sociedad civil, estará el Círculo Latinoamericano de Estudios Internacionales (CLAEI).
*Periodista y escritor. Licenciado en Ciencias y Técnicas de la Comunicación por la Universidad del Valle de Atemajac, en Guadalajara, Jal. Ha sido reportero, jefe de sección, jefe de información, jefe de redacción, subdirector y director de diarios y revistas, así como colaborador y conductor de programas en radio y televisión, guionista, productor y director de videodocumentales. Enviado especial y corresponsal de guerra en más de 30 países. Editorialista de Excélsior. Presidente del Círculo Latinoamericanos de Estudios Internacionales (CLAEI). Más información:http://claei.org.mx
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