Resumen
El ejercicio de la matanza material o simbólica del enemigo, o del diferente, es una práctica antiquísima en la especie humana, proseguida con éxito también en sociedades capitalistas. Todo ejercicio del poder incluye procedimientos para su permanencia, en dictaduras o en democracias. Estos procedimientos son más abarcativos en dictaduras y tienen que ver con la construcción de consenso acerca de quién es el enemigo, o el indeseable. Para que haya destrucción de relaciones sociales, que es lo primero que aparece cuando se investigan prácticas genocidas, es necesario primero construir un consenso social, o sea nuevas relaciones sociales de adhesión al orden social existente. Desde mi conocimiento actual , el éxito de una “política de olvido y deshistorización” depende de la no constitución de una fuerza social de resistencia y oposición que sostenga el análisis de los hechos en una versión diferente a la del orden social. En este sentido considero que la política de exterminio de los grupos revolucionarios en Argentina, iniciada antes de la dictadura militar, no pudo lograr sus objetivos en plenitud, precisamente porque se constituyó con enorme fuerza el movimiento de derechos humanos, que se ha transformado en una reserva de fuerza moral de la sociedad argentina.
BAJAR PONENCIA COMPLETA
No hay comentarios:
Publicar un comentario