UN DEFENSOR DE LA DICTADURA QUE FUE PERIODISTA DE LA GACETA
Ante fotografías en las que aparece junto al represor Adel Vilas que serían de 1975, se buscará determinar si conoce detalles sobre el funcionamiento de los Centros Clandestinos de Detención que funcionaron en Tucumán. Joaquín Morales Solá era periodista de La Gaceta y corresponsal de Clarín en la fecha de la fotografía. El pedido fue realizado por la Unidad Fiscal de Derechos Humanos de Tucumán, y está en manos del Juez Federal Daniel Bejas. También buscan indagar sobre si hubo censura y un plan de manejo de información de la prensa en la provincia durante la última dictadura. Exclusivo ContraPunto.
El 5 de diciembre pasado el diario Miradas al Sur publicó una foto que habría sido tomada a fines de 1975. Eduardo Anguita, autor de la nota en ese periódico describe la imagen, en la que se ve a "Adel Vilas, jefe del Operativo Independencia (de espaldas, saludando a un oficial) y Joaquín Morales Solá (el último a la derecha, de pelo largo). Esta foto fue celosamente guardada durante 35 años por quien la registró. Dos fuentes calificadas afirman que el edificio al que van a ingresar es la tenebrosa Escuelita de Famaillá, el principal centro de exterminio por entonces".
Tomado conocimiento de esta publicación, el 21 de diciembre de 2010 la Fiscalía Federal, solicitó al Juez Federal n° 1 se cite a prestar declaración testimonial al periodista Joaquín Morales Solá. Como la fotografía habría sido tomada a fines de 1975, durante el denominado "Operativo Independencia", la fiscalía consideró que puede ser importante el testimonio de Solá, "siendo el periodo mencionado uno de los momentos más álgidos en la realización de las actividades ilegales del terrorismo estatal durante el “Operativo Independencia”, y las locaciones mencionadas centros de tortura y detención por los que pasaron numerosas víctimas de la presente causa y sus conexas, resulta de interés para el avance de la presente investigación indagar sobre aquello que las personas mencionadas pudieran haber conocido en dicha oportunidad".
Anguita afirma que "la fotografía que encabeza la portada de la edición de Miradas al Sur es un documento inédito. Esta imagen nítida fue tomada a fines de 1975, en pleno desarrollo de la eliminación física de la militancia popular tucumana a manos del general Adel Vilas, el jefe del Operativo Independencia y defensor confeso de la tortura y el exterminio de quienes consideraba sus enemigos". Indagando sobre el rol de Morales Solá, afirma que "se publicaron varias informaciones que daban cuenta de la estrecha relación del actual columnista estrella de La Nación con el represor Vilas y con quien lo sucedió en sus genocidas tareas, Antonio Domingo Bussi. Sin embargo, nunca pudo verse, como ahora y por primera vez, a Morales Solá de paisano, con una comitiva de militares con uniforme y casco de combate en pleno operativo".
El Operativo
El "Operativo Independencia" se estableció desde el 8 de febrero de 1975, a través de un decreto secreto, bajo el gobierno de Isabel Martinez de Perón. El mismo fue el banco de pruebas para el plan sistemático que se generalizó en el país a partir del golpe de 1976 encabezado por las tres fuerzas armadas. El eje de la doctrina de seguridad nacional, incluyó el secuestro y desaparición de personas, centros clandestinos de detención (denominados por los militares Lugar de Reunión de Detenidos) y tortura, en el marco del terrorismo de Estado. Con la excusa de combatir la guerrilla y la "subversión", realizaron un ataque a las organizaciones políticas, sindicales y al campo popular que se oponían al golpe de estado y a su proyecto político. Encabezó el Operativo el comandante de la 5ta Brigada, general Adel Vilas (en esta primera parte está citado a declarar Solá). Luego fue reemplazado por Antonio Domingo Bussi a fines de 1975.
Tomado conocimiento de esta publicación, el 21 de diciembre de 2010 la Fiscalía Federal, solicitó al Juez Federal n° 1 se cite a prestar declaración testimonial al periodista Joaquín Morales Solá. Como la fotografía habría sido tomada a fines de 1975, durante el denominado "Operativo Independencia", la fiscalía consideró que puede ser importante el testimonio de Solá, "siendo el periodo mencionado uno de los momentos más álgidos en la realización de las actividades ilegales del terrorismo estatal durante el “Operativo Independencia”, y las locaciones mencionadas centros de tortura y detención por los que pasaron numerosas víctimas de la presente causa y sus conexas, resulta de interés para el avance de la presente investigación indagar sobre aquello que las personas mencionadas pudieran haber conocido en dicha oportunidad".
Anguita afirma que "la fotografía que encabeza la portada de la edición de Miradas al Sur es un documento inédito. Esta imagen nítida fue tomada a fines de 1975, en pleno desarrollo de la eliminación física de la militancia popular tucumana a manos del general Adel Vilas, el jefe del Operativo Independencia y defensor confeso de la tortura y el exterminio de quienes consideraba sus enemigos". Indagando sobre el rol de Morales Solá, afirma que "se publicaron varias informaciones que daban cuenta de la estrecha relación del actual columnista estrella de La Nación con el represor Vilas y con quien lo sucedió en sus genocidas tareas, Antonio Domingo Bussi. Sin embargo, nunca pudo verse, como ahora y por primera vez, a Morales Solá de paisano, con una comitiva de militares con uniforme y casco de combate en pleno operativo".
El Operativo
El "Operativo Independencia" se estableció desde el 8 de febrero de 1975, a través de un decreto secreto, bajo el gobierno de Isabel Martinez de Perón. El mismo fue el banco de pruebas para el plan sistemático que se generalizó en el país a partir del golpe de 1976 encabezado por las tres fuerzas armadas. El eje de la doctrina de seguridad nacional, incluyó el secuestro y desaparición de personas, centros clandestinos de detención (denominados por los militares Lugar de Reunión de Detenidos) y tortura, en el marco del terrorismo de Estado. Con la excusa de combatir la guerrilla y la "subversión", realizaron un ataque a las organizaciones políticas, sindicales y al campo popular que se oponían al golpe de estado y a su proyecto político. Encabezó el Operativo el comandante de la 5ta Brigada, general Adel Vilas (en esta primera parte está citado a declarar Solá). Luego fue reemplazado por Antonio Domingo Bussi a fines de 1975.
Según el periódico Miradas al Sur, la foto en donde Morales Solá aparece al lado de Adel Vilas podría corresponder al primer y mayor centro clandestino de detención (CCD) de la provincia, la "Escuelita" de Famaillá, en el interior de Tucumán. Se estima que al menos 1.500 personas (según el Diario personal del propio Adel Vilas) pasaron por ese centro.
Antecedentes
Morales Solá fue periodista de La Gaceta durante parte del Operativo Independencia en Tucumán. Según su propio perfil en lanacion.com, “ejerce el periodismo desde los 16 años cuando ingresó al diario La Gaceta de Tucumán. En 1975, Clarín lo convocó para ser prosecretario de la sección Política. Durante 12 años fue segundo jefe de Redacción y autor de la columna política dominical de ese diario". Actualmente es columnista del diario La Nación.
El rol jugado por esos periódicos "tradicionales" (Clarín, La Nación y La Gaceta en Tucumán) fue de una defensa clara de la dictadura militar y del genocidio. El principal medio de comunicación de Tucumán, fue uno de los principales puntos de apoyo a la sangrienta dictadura militar y de la actuación de las Fuerzas Armadas en Tucumán. Militares y empresas mediáticas como la de la familia García Hamilton compartieron intereses. Aún hoy cubren con eufemismos los juicios por genocidio que se celebran en el país.
En 1975, con el Operativo Independencia instalado, Morales Solá reflexionaba acerca del mismo sosteniendo que Tucumán había cambiado, dejando atrás su imagen revoltosa, rebelde y disconforme que supo forjarse. Afirmaba que la presencia militar hizo desaparecer huelgas y manifestaciones, pero lo que no denunció, por ignorancia o complicidad, es que aquella desaparición implicaba secuestros y torturas a los hombres y mujeres que las realizaban.
En junio de 1976, en un agasajo realizado por el genocida Antonio Domingo Bussi lo tuvo presente entre otros periodistas. En el evento, se les agradecía la colaboración en la lucha contra la subversión y se los invitaba a continuar prestando el mismo apoyo. Su funcionalidad al gobierno de facto queda registrado en la nota de tapa de La Gaceta del 23 de Abril donde saluda la designación de Bussi como gobernador de la provincia afirmando que es quien conoce el ámbito local y no ignora las necesidades de la provincia. De manera implícita, el periodista sostiene que las necesidades de los tucumanos vienen de la mano de los actos realizados en la época oscura de la dictadura militar
Antecedentes
Morales Solá fue periodista de La Gaceta durante parte del Operativo Independencia en Tucumán. Según su propio perfil en lanacion.com, “ejerce el periodismo desde los 16 años cuando ingresó al diario La Gaceta de Tucumán. En 1975, Clarín lo convocó para ser prosecretario de la sección Política. Durante 12 años fue segundo jefe de Redacción y autor de la columna política dominical de ese diario". Actualmente es columnista del diario La Nación.
El rol jugado por esos periódicos "tradicionales" (Clarín, La Nación y La Gaceta en Tucumán) fue de una defensa clara de la dictadura militar y del genocidio. El principal medio de comunicación de Tucumán, fue uno de los principales puntos de apoyo a la sangrienta dictadura militar y de la actuación de las Fuerzas Armadas en Tucumán. Militares y empresas mediáticas como la de la familia García Hamilton compartieron intereses. Aún hoy cubren con eufemismos los juicios por genocidio que se celebran en el país.
En 1975, con el Operativo Independencia instalado, Morales Solá reflexionaba acerca del mismo sosteniendo que Tucumán había cambiado, dejando atrás su imagen revoltosa, rebelde y disconforme que supo forjarse. Afirmaba que la presencia militar hizo desaparecer huelgas y manifestaciones, pero lo que no denunció, por ignorancia o complicidad, es que aquella desaparición implicaba secuestros y torturas a los hombres y mujeres que las realizaban.
En junio de 1976, en un agasajo realizado por el genocida Antonio Domingo Bussi lo tuvo presente entre otros periodistas. En el evento, se les agradecía la colaboración en la lucha contra la subversión y se los invitaba a continuar prestando el mismo apoyo. Su funcionalidad al gobierno de facto queda registrado en la nota de tapa de La Gaceta del 23 de Abril donde saluda la designación de Bussi como gobernador de la provincia afirmando que es quien conoce el ámbito local y no ignora las necesidades de la provincia. De manera implícita, el periodista sostiene que las necesidades de los tucumanos vienen de la mano de los actos realizados en la época oscura de la dictadura militar
Los "defensores"
El posible conocimiento de Morales Solá de las atrocidades cometidas durante el Operativo Independencia, vuelve a dejar en evidencia que muchos medios nacionales y provinciales fueron afines a la dictadura. En marzo de este año, salió a la luz que el periodista Osvaldo “Cacho” García, conductor del noticiero de Canal 10 de Tucumán, junto con Roberto Álvarez, figuran en la lista del Batallón de Inteligencia 601 del Ejército, como colaboradores civiles de la dictadura militar.
No solo cúpulas militares fueron participes y ejecutoras de los crímenes perpetrados por los genocidas, sino también existieron diversos sectores de la sociedad civil (incluídos sectores de la iglesia católica) que con su silencio, su apoyo y su participación al golpe se convirtieron también en responsables y cómplices del terrorismo de estado.
En esta ocasión se llamará a declarar a un periodista que actualmente sigue al frente de la tarea informativa en un medio de gran tirada como La Nación. Admita conocer o no lo que sucedía, lo que es seguro es que Morales Solá, como muchos otros, resultó funcional, desde su tarea informativa al menos, a la dictadura militar.
ContraPunto - Prensa Alternativa
redaccioncontrapunto@gmail.com
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