Gracias Norberto. Gracias Darío!! Excelente el artículo… Oportuno para alimentar los debates que se han venido dando… Me parece que pone en justo término análisis y reflexiones que se han venido cruzando en nuestra red y que aporta al debate político que siempre deberemos abonar y cuidar de dar con respeto y afecto fraternal para poder crecer políticamente como movimiento… Recordando a don Paulo Freire, la pedagogía del oprimido es una inter-pedagogía, una pedagogía política que se va enhebrando desde y con el diálogo; diálogo de saberes y sentires, entre y desde quienes experimentan y viven la situación de opresión…
Creo que deberíamos poder salir de la trampa de la polarización que tan bien han construido tanto la derecha (en el gobierno) como la extrema derecha (esa que suele hablar a través de la oposición mediática y las corporaciones de la (des)información) y de la que ambos son los principales beneficiarios…
Cómo puede ser que cualquier crítica al gobierno sea descalificada a priori e ipso facto bajo el falaz argumento de que ‘le hace el juego a la derecha’?? Que se alinea a los intereses de clarín o la carrió?? Que pretenda desestabilizar un gobierno que ‘aunque no sea del palo ha tomado medidas populares’ y que ‘hay que defender’??? Por qué denunciar la alianza estratégica que este gobierno ha tendido con la Barrick y las grandes corporaciones mineras es ‘hacerle el juego a clarín’?? Por qué denunciar sus alianzas locales con moyano-pedraza; gioja-insfrán-zamora-beder herrera, etc…, es otra vez hacerle ‘el juego a la derecha’?? De qué ‘progresismo’ estamos hablando que chantajea sistemáticamente las críticas y alternativas populares, como lo hizo alfonsín con los milicos, menem con la hiperinflación, la alianza con la corrupción??? Es que siempre seremos cautivos de los fantasmas del pasado??
Cuáles son las medidas populares que se toman cuando subyace un modelo de depredación y de muerte? De depredación de la naturaleza que es también, siempre depredación de los cuerpos –integrantes y partes inseparables de la naturaleza, cuestión elemental que tantos siglos de racionalismo occidentalocéntrico y colonial nos han ‘hecho olvidar’-. Mejor dicho, qué peso tienen las ‘medidas populares’ –algunas, tales como un necesario y aún imprescindible ‘distribucionismo’ destinado a paliar el hambre más urgente de poblaciones estructural e históricamente marginadas y expoliadas- cuando esas medidas (léase asignación universal, aumento de las jubilaciones mínimas, que siguen siendo mínimas) están financiadas con la renta del extractivismo voraz que se cierne sobre poblaciones y territorios expropiados que se entrega a grandes pooles corporativos ya sojeros, ya mineros??
Sin desconocer pasos dados en un sentido positivo (léase, juicio a los genocidas de los ’70, ley de medios, matrimonio igualitario, ‘nacionalizaciones’ –aerolíneas, afjp, esto se pone más fangoso precisamente porque hay que ver hasta qué punto estas nacionalizaciones significaron realmente la desestructuración de redes privadas de acumulación y enriquecimiento ilícito a costa de bienes y servicios públicos, o simplemente se trató de un cambio de manos en el plano de los ‘gerentes-) me pregunto: cómo podemos dejar que esto sea políticamente capitalizado por un gobierno con un claro rumbo continuista en las políticas neoliberales de fondo (acaso se dejó de pagar puntualmente la deuda externa?; acaso se desmontó o pretendió siquiera poner coto al rentismo sojero del que este gobierno forma parte, más allá de la trifulca de la ‘125’?) SIN RECONOCER EN ESOS AVANCES LAS FUERZAS POPULARES QUE PRESIONARON Y PRESIONAN POR EL RECONOCIMIENTO DE DERECHOS, LA AMPLIACIÓN DE LAS CONDICIONES DE JUSTICIA, LAS REIVINDICACIONES POR MÁS DEMOCRACIA, MÁS PARTICIPACIÓN Y MÁS IGUALDAD?? Entregar como ‘meritos del gobierno’ medidas que no se hubieran tomado sin las reales coaliciones de fuerza que desde los movimientos (heterogéneos y hasta contradictorios) populares contribuimos a construir como escenarios favorables, me parece no sólo injusto sino también –principalmente- políticamente miope; una lectura que va en la línea de minimizar las potencialidades transformativas que tiene la acción política desde las calles, desde la vía ‘extra-institucional’ de los partidos y la ‘política de la representación’… No nos engañemos: este pseudo distribucionismo ‘neokeynesiano’ que desde el gobierno se pinta como ‘progresismo’ se ‘sustenta’ sobre la renta sojera, petrolera y minera; que son siempre explotación de la tierra y de la fuerza de trabajo; hay un genocidio y un ecocidio que está en marcha y que no se visibiliza ni se problematiza siquiera, aún admitiendo que las salidas de corto plazo de este modelo son complejas… No se trata de un discurso ‘ambientalista’ que no ve otros aspectos de las luchas populares; creo que desde hace un rato en la uac y desde la uac, como desde otros espacios y movimientos populares, nuestra denuncia del extractivismo no se hace desde un ‘ambientalismo ingenuo’ (por decir lo menos), sino desde un ECOLOGISMO POPULAR, QUE DENUNCIA LAS INJUSTICIAS AMBIENTALES Y LA EXPROPIACIÓN-EXPLOTACIÓN DE LOS TERRITORIOS Y LOS DERECHOS TERRITORIALES COMO LA PRIMERA Y MÁS FUNDAMENTAL DE LAS EXPROPIACIONES, EL ACTO NEOCOLONIAL MÁS ELEMENTAL Y QUE DA LUGAR A LA REPRODUCCIÓN DE LAS CONDICIONES ESTRUCTURALES DE DOMINACIÓN… Entonces, por favor, no repitamos nosotros los clichés de campaña (ni los del oficialismo, de derecha repito, ni los de la oposición); sobre todo esos que interesadamente le conceden al gobierno (y que contribuyen a construir una oposición de extrema derecha) ciertos logros que son, entiendo, producto de las luchas populares. O aquellos ya más directamente falsos y que apuntan a reproducir las condiciones de exclusión, represión; sobre todo ésos, los que dicen ‘ESTE GOBIERNO NUNCA REPRIMIÓ’; ‘ESTE GOBIERNO SE OCUPA DE LOS DDHH’…
En el Norte y en el Sur; en el litoral y en las provincias cordilleranas, en el extenso chaco santiagueño, comunidades campesinas e indígenas, pero también poblaciones ‘urbanas’ y semi-rurales vienen siendo perseguidas, expropiadas de su suelo y de su agua, fumigadas, expuestas a la depredación y la contaminación, silenciadas; varios muertos carga este gobierno, muertos por acciones represivas literales y muertos por las nuevas formas de matar, esas formas difusas que mata por glifosato, por metales pesados, por falta de nutrientes, o por falta de expectativas de futuro… Decir esto no es ‘defender a clarín’: POR QUÉ DEBERíA SERLO?? Tampoco es desconocer que las políticas genocidas no empezaron con Kirchner; es simplemente decir que no terminaron con Kirchner. Decir esto no es ‘exculpar’ a los que los antecedieron y a la amplia mayoría de la oposición que ‘está forzando sistemáticamente por salidas de extrema derecha… Es simplemente mantenernos firmes en la denuncia de la opresión, de las políticas de violencia que siempre se ejercen sobre los más débiles y que se invisibilizan usualmente cuando afecta a los más débiles entre los débiles; una denuncia necesaria que nos abre a Otros horizontes posibles…
Para terminar, creo que un análisis del tipo ‘vamos bien, excepto por la minería y la soja’ es no sólo erróneo, sino políticamente falaz. Creo que deberíamos decir ‘hasta que no se desmonte el modelo sojero-minero, no vamos bien; no hay gobierno nac &pop con extractivismo’. La minería y la soja son hoy los dispositivos de nuestra subordinación neocolonial como pueblo; como todo pacto colonial, hay colonos locales que se benefician de ello; hay poblaciones y territorios que son sometidas al expolio; son la ‘ofrenda sacrificial’ que exige el Molok del ‘desarrollo’…
(disculpen la extensión). Un abrazo, H.
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