Un Comité de la ONU encargado de revisar los productos químicos contaminantes acordó recomendar la prohibición del pesticida endosulfan. Por su parte la compañía internacional Bayer dispuso retirar de Argentina, a fin de año, al agrotóxico citado, el cual se utiliza en forma masiva en los campos de soja, algodón, girasol, maíz y tabaco.
El comité, dependiente de la Convención de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes, realizó, en una reunión mantenida en Ginebra, una evaluación de los riesgos del agrotóxico endosulfan y acordó recomendar a la próxima Conferencia de las Partes, que se incluya en el índice de sustancias prohibidas.
Según los expertos, este pesticida empleado en las cosechas de soja, algodón, arroz y te, es "altamente tóxico para las personas y para muchos animales y ha sido hallado en el medioambiente, incluso en el Ártico".
La recomendación de incluir el endosulfán en la lista negra, será estudiada en la Conferencia de las Partes de la Convención de Estocolmo, que tendrá lugar en abril de 2011 en Ginebra.
Según señaló un portavoz de la Convención, este producto químico está ya prohibido en unos 60 países.
Otro golpe contra el endosulfán provino desde el corazón mismo de los agronegocios: la multinacional Bayer anunció que lo retirará del mercado. “Planificamos terminar las ventas de endosulfán para fines de 2010 en todos los países donde todavía la misma se encuentra legalmente disponible”, explicó el comunicado de Bayer CropScience (área agroquímica de la empresa), firmada por la directora de la compañía Judith Nestmann. También precisó que será reemplazado por alternativas “con un perfil de riesgo significativamente menor”.
El coordinador de Relaciones Institucionales de Bayer Argentina, Luciano Viglione, explicó que en 2007 retiraron del mercado el Thioday, agroquímico con endosulfán, pero aún comercializan Decis Dan, otro compuesto que contiene el agrotóxico.
Según datos de la Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (Casafe), en 1999 se utilizó en Argentina 1,9 millón de litros de endosulfan. En 2008 se duplicó: 4,2 millones de litros. “Esta tendencia creciente en el uso de endosulfan, tiene su correlato con el incremento general en la utilización de plaguicidas, derivado del modelo agrícola vigente”.
El endosulfan está identificado como plaguicida extremadamente tóxico con capacidad de producir en la salud daños agudos (a corto plazo) y crónicos (enfermedades que aparecen luego de años del contacto con el plaguicida). “La revisión de la literatura científica sobre impacto del endosulfán, revela evidencias de los efectos tóxicos crónicos en el sistema nervioso, el sistema inmunológico, su acción disruptora endócrina y evidencias no concluyentes de su acción mutagénica y genotóxica, así como la de provocar cáncer en animales de laboratorio y las poblaciones humanas expuestas. También está relacionado con efectos neurológicos a largo plazo como la epilepsia y el incremento del riesgo de la enfermedad de Parkinson”.
En cuanto a los efectos agudos, se lo señala como causante de diarreas, mareos, dolor de cabeza, nauseas, llagas, dolor de garganta y cuadros de asma. El insecticida se degrada muy lentamente, permanece años en el medio ambiente y se traslada a grandes distancias arrastrado por las corrientes de aire y de agua.
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