Buenos Aires, 28 de agosto.- Aunque no lo digan abiertamente, cuando piensan en la realidad minera de mediados de década las máximas autoridades del sector a nivel nacional tienen un número entre ceja y ceja: el 30. Ésa es la cantidad de proyectos activos que imaginan para 2015, según un raconto en base a los planes de desarrollo de las empresas que operan en el país.
La meta obligará a triplicar las minas que funcionan en la actualidad. Y en números implicará, según estimaciones del mercado, la puesta en marcha de inversiones por más de 15.000 millones de dólares.
“El potencial de la Argentina en materia minera es gigantesco y aún no se puede cuantificar con precisión, porque la actividad recién está en sus inicios”, señaló Manuel Benítez, presidente de la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM).
La producción metalífera se explica a partir de tres grandes proyectos: Bajo La Alumbrera (en Catamarca), Cerro Vanguardia (en Santa Cruz) y Veladero (en San Juan). Pero en los últimos años se sumaron nuevos actores de menor envergadura que reforzaron la extracción, como Gualcamayo (en San Juan), Pirquitas (en Jujuy) y Manantial Espejo (en Santa Cruz).
Sin embargo, el camino recorrido aún es muy incipiente. “Todavía hay que profundizar la búsqueda de reservorios en la zona cordillerana. Por eso es importante que este año se haya recuperado el nivel de inversiones en exploración para avanzar con el estudio de nuevos proyectos”, señaló Julio Ríos Gómez, presidente de Gemera, la cámara que agrupa a las mineras exploradoras que operan en medio local.
Fuerza cuyana
San Juan apunta a encabezar el ranking minero argentino de la mano de dos grandes iniciativas, ambas de la canadiense Barrick. Una de ellas, Veladero, está en producción desde 2005 y este año incrementó su capacidad de molienda hasta las 85.000 toneladas (Tn) diarias de mineral. La segunda, Pascua Lama, se encuentra a punto de arrancar su construcción e involucra varios puntos sobresalientes.
Por un lado, se trata del primer proyecto minero de carácter binacional, ya que se encuentra repartido entre tierras chilenas y argentinas, a más de 4.500 metros de altura en las cumbres cordilleranas. Por otro, porque marcará un nuevo récord de inversiones en una sola iniciativa, superior a los u$s 3.000 millones.
“Basta decir que el capital asignado para este año -u$s 600 millones- es equivalente al que demandó construir todo Veladero”, comparó Ricardo Martínez, presidente de la Cámara Minera de San Juan.
También a punto de dar sus primeros pasos está Casposo, un prospecto de oro de la minera Troy Resources cuya construcción arrancará en septiembre con un presupuesto de u$s 72 millones. El yacimiento posee reservas por 602.500 onzas de oro equivalentes.
Sin embargo, la apuesta sanjuanina se sustenta, sobre todo, a mediano plazo. La provincia tiene en carpeta varios proyectos que, de concretarse, podrían generar un boom productivo. Entre ellos figura El Pachón, un megayacimiento de cobre de Xstrata Copper, cuya construcción se dilató por el alza de las retenciones a la exportación establecida a fines de 2007. La gobernación de José Luis Gioja confía en destrabar la paralizada iniciativa, que demandará desembolsos superiores a los u$s 2.000 millones.
Más atrás se ubican Los Azules, de Minera Andes (de capitales canadienses), y El Altar, de Peregrine Resources, que se presentan como proyectos ambiciosos, aunque todavía en etapa de exploración.
A otro ritmo, Mendoza también cuenta con cartas mineras. Aunque postergó su inicio por medidas legales que complicaron al sector (la Ley 772 limita la actividad minera en la provincia), posee otra de las grandes apuestas del país. Se trata de Potasio Río Colorado, de la brasileña Vale, cuya construcción -que comenzará a fines de este año- requerirá más de u$s 3.000 millones.
Pelea por el liderazgo
Son ocho los proyectos de envergadura con los que Santa Cruz espera contar a fin de mantener su liderazgo productivo frente al creciente protagonismo sanjuanino.
Ya están activas las minas auríferas y argentíferas Cerro Vanguardia (cuya proporción mayoritaria le pertenece al consorcio anglosudafricano Anglo Gold Ashanti), Manantial Espejo (propiedad de la canadiense Pan American Silver, a través de su filial Minera Tritón) y San José - Huevos Verdes (de Minera Santa Cruz y Minera Andes), además del complejo carbonífero Río Turbio (de YCRT). A ellas se sumarán en el corto y mediano plazo los proyectos de oro y plata Cerro Moro, La Josefina, Sierra Blanca y Cerro Negro.
En manos de la canadiense Extorre Gold y la estatal Fomento Minero de Santa Cruz (Fomicruz), el prospecto Cerro Moro está hoy siendo evaluado a nivel ambiental. En abril se confirmó que sus reservas comprobadas ascienden a unas 612.000 onzas de oro equivalente, mientras que sus existencias inferidas oscilan en torno a las 390.000 onzas. Su primera colada de doré se proyecta para el segundo semestre de 2012.
Para 2011, en tanto, se espera la entrada en producción de La Josefina. “Se trata de una iniciativa que manejamos junto con Cerro Cazador, firma que en breve hará una presentación por el área lindante La Valenciana a los efectos de ampliar el prospecto”, explica Miguel Ángel Ferro, presidente de Fomicruz, en diálogo con este medio.
Bajo el control de la australiana Mariana
Resources, Sierra Blanca registró buenos resultados de exploración en 2008. Y durante la segunda mitad de este año se realizarán allí sondeos adicionales con miras a su próxima puesta en marcha.
Finalmente, la también australiana Andean Resources acaba de presentar el estudio de factibilidad de Cerro Negro. La mina operará a una tasa de producción diaria de 1.850 Tn, con el propósito de obtener 200.000 onzas de oro anuales en un plazo de una década. Su inicio de construcción -que demandará una inversión de u$s 275 millones- está previsto para diciembre de este año.
La Puna y el Comahue
El norte del país es otro polo de desarrollo minero. Salta, por caso, recibirá inversiones en los próximos cuatro años por más de u$s 600 millones. “Queremos desarrollar al menos dos proyectos metalíferos y dos de carbonato de sodio”, destacó Ricardo Salas, secretario de Minería provincial.
Una de las candidatas a tomar la posta metalífera es la canadiense Mansfield, que lidera el emprendimiento Lindero, capaz de producir unos dos millones de onzas de oro a partir de 2012. Se estima que su construcción requerirá cerca de u$s 200 millones.
Otra aspirante a desempeñar ese rol protagónico es Silex Argentina, titular del proyecto El Quevar, cuya explotación comenzará el año que viene. La inversión prevista para su desarrollo, en tanto, supera los u$s 100 millones.
En cuanto al carbonato de litio, la iniciativa más avanzada es la de ADY Resources, que prevé inaugurar una planta para producir 1.200 Tn del mineral a fines de este año en Salar del Rincón.
Jujuy, por su parte, quiere apuntalar su crecimiento minero a partir del aporte de la mina de plata Pirquitas, reinaugurada el año pasado por Silver Standard, y El Aguilar, la explotación metalífera más antigua del país. A cargo de Glencore, esta última cuenta con más de 80 años de historia.
Más al sur, las tres propuestas de mayor relevancia en la región del Comahue son la mina de oro y plata Andacollo (en Neuquén), el yacimiento de uranio Cerro Solo y el prospecto de plata y plomo Navidad (ambos en Chubut).
Operada por la chileno-canadiense Andacollo Gold, la mina neuquina viene soportando múltiples denuncias de contaminación desde hace tiempo. Sin embargo, lleva 11 años extrayendo metales preciosos en base a la modalidad subterránea.
En la mira de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), Cerro Solo podría ser clave para garantizar el abastecimiento de uranio de las centrales nucleares que posee -y que planea construir- el país. De hecho, ya existe la factibilidad técnica para comenzar a explotar el área, situada en la meseta central chubutense, a partir de 2012.
Y con respecto a Navidad, la concesionaria canadiense Aquiline Resources descubrió que alberga más reservas argentíferas que las inicialmente previstas. En efecto, por estos días se calcula que podría aportar 111 millones de onzas de plata (68 millones medidos y 43 millones inferidos).
Para Martin Walter, vicepresidente ejecutivo de Aquiline, las trabas legales que hoy impiden su desarrollo quedarán atrás prontamente. “La construcción de la mina podría iniciarse inmediatamente después de que eso ocurra, y el yacimiento estaría en condiciones de producir a fines de 2011”, adelantó.
Catamarca, el día después
El convulsionado escenario minero de Catamarca aparenta haber retomado la calma perdida durante el estallido político de Andalgalá el 15 de Febrero, no obstante la provincia, y a pesar del tiempo transcurrido no ha buscado el camino para desactivar el conflicto en la Perla del Oeste. Tal es así que la Secretaria de Minería de la Nación tuvo que salir al salvataje como mediador con los emprendimientos, y con los desocupados que solicitan un trabajo genuino y no aceptan becas ni planes de empleo.
A cargo de la canadiense Yamana Gold -a través de su subsidiaria local Minera Agua Rica-, la entrada en operaciones del proyecto aurífero y cuprífero Agua Rica deberá superar dos grandes escollos: que se desactive su actual suspensión judicial y la indolencia gubernamental Catamarqueña. El levantamiento de la suspensión judicial permitiría terminar de evaluar el volumen de las reservas de Renio existentes en el yacimiento y el inicio de la construcción de la Mina.
Por otro lado, Yacimientos Mineros Aguas del Dionisio (YMAD) -que junto con Minera Alumbrera (sucursal de la suiza Xstrata) opera el complejo aurífero, argentífero y cuprífero Bajo La Alumbrera- tiene por objetivo ampliar (hace dos años) la planta de refinación de oro y plata en suelo provincial.
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