Prensa Unión de Asambleas Ciudadanas Informa
31 de marzo de 2010
LA REBELIÓN QUE SE AVECINA DE PUEBLOS Y COMUNIDADES
Proponen el otro bicentenario de la otra independencia
Miles de personas desfilaron entre pancartas, reproducciones iconoclasistas, infografías, imágenes de todo el país cuidadosamente colgadas para que el transeúnte más despistado detuviera su atención en puebladas y movilizaciones sociales, motivo de comunidades afectadas por la contaminación, destrucción y enajenación de territorios saqueados por corporaciones transnacionales, devastación de suelos y de pueblos originarios desplazados, frecuentemente sumidos en persecuciones de políticas represivas que intentaron vanamente su exterminio.
El gobierno nacional concibió una idea distinta, festejar durante los días 24 y 25 de mayo de 2010, los doscientos años de la Revolución de Mayo, a manera de un acto escolar fastuoso, convocante de millones de vecinos que desplegaron su fervor en torno al icono de la ciudad de Buenos Aires, el obelisco, colosal souvenir de hormigón, identidad postal del país.
Cerca de allí, frente al Congreso Nacional, miles de personas de distintas provincias manifestaron su protesta en carpas y calles, albergando numerosas disertaciones y pronunciamientos sobre “el genocidio oficial del estado-nación, por la autodeterminación de los pueblos y el respeto a los territorios de comunidades originarias, movimientos campesinos, organizaciones barriales y asambleístas auto convocados. Los debates en recintos del otro bicentenario (carpas y toldos convertidos en anfiteatros), a escasos metros de las escalinatas del Congreso Nacional, fijaron posiciones contra el capitalismo devastador de la madre tierra, contra la imposición de un modelo patriarcal que vulnerabiliza a las mujeres, contra el modelo sojero y las corporaciones extractivas contaminantes que saquean y degradan suelos y economías regionales ancestrales. Este otro bicentenario avaló la recuperación de fábricas y el trabajo de autogestión, exigiendo empleos dignos para desocupados marginados y hambreados. Se le dijo no al gatillo fácil, a la persecución y desaparición de personas, a la criminalización de la pobreza y a la judicialización de los militantes sociales. Se le dijo “sí a la unidad de todos las comunidades de la Abya-Yala (nuestra América) y de todos los pueblos del mundo que luchan por su liberación”, se le dijo sí a los medios de comunicación comunitarios y alternativos frente al monopolio de la información de las mega empresas mediáticas. El otro bicentenario, exigió salud y educación gratuita para todos, y un rotundo si a la vida y a la cultura popular; es el bicentenario de los de abajo, de todos los que luchan por territorio, justicia y dignidad. Fue una fiesta que excedió los cálculos más optimistas y sembró la esperanza de sus organizadores, generosos en solidaridad y trabajo en común.
El acampe del 24 y 25 de mayo frente al Congreso Nacional concentró a cientos de activistas y miles de curiosos que indagaban las propuestas de las organizaciones sociales presentes, de ambientalistas, indigenistas, profesionales, colectivo de mujeres, educadores y estudiantes, artesanos y artistas. Con la mirada puesta en resistencias y rebeliones que se anuncian inminentes, el otro bicentenario produjo un intercambio, generoso en conocimientos y experiencias, con la exaltación manifiesta de que unidos y solidarios será la receta para descolonizar un continente sometido por las corporaciones del saqueo, de los impactos ambientales contaminantes y de la enajenación de vastos territorios que impiden la práctica del “buen vivir” de sus pueblos milenarios.
Las jornadas del otro bicentenario -se dijo- sellan la construcción de un camino a seguir.
Hay varias propuestas dentro de la UAC con ánimo de repetir el éxito alcanzado en la gigantesca convocatoria del 24 y 25 de mayo pasado. Las propuestas admiten que podría realizarse un segundo acampe los días 9 y 10 de julio del corriente, coincidiendo con los doscientos años de la independencia que no fue. Tal vez en escala menor pero siempre con la gigantesca carpa que cobije a disertantes y debates. El esfuerzo siempre es grande pero podría valer la pena dar una respuesta al real concepto emancipador. Sugieren que entorno a la carpa podrían aparecer los coloridos puestos de venta de libros, música sin necesidad de escenario, radio abierta y regionales, y tal vez una marcha final.
UAC Union de Asambleas Ciudadanas
www.asambleasciudadanas.org.ar
No hay comentarios:
Publicar un comentario