La explotación minera a cargo de las transnacionales, en complicidad con el Gobierno nacional, cuenta con formidables ganancias. Conozca a Barrick Gold y los barones del oro: el mejor negocio del mundo
Hace un año el Congreso aprobada por unanimidad la “ley de presupuestos mínimos de protección de glaciares y del ambiente periglaciar”. Sin embargo, esta ley fue vetada por disposición de la Presidenta, Cristina Kirchner. Entre otras cosas, aquella norma definía las zonas que serían protegidas de la agresión de las actividades de la minería a cielo abierto.En este escenario la cuestión de los glaciares fue fundamental. La vetada ley apuntaba a conservar la zona glaciar, pero esto y otras cosas chocaron directamente con los intereses de las grandes mineras que operan en el país. Estas veían a la normativa como una traba para las actividades que desarrollan, ya que la aplicación de la ley prohibiría a estas empresas tocar siquiera los alrededores de los hielos.
En pleno 2009, y por estos días, el senador kirchnerista Daniel Filmus impulsa el proyecto de ley de “Presupuestos mínimos de protección de los glaciares y del ambiente periglacial”. Si bien, el nombre es similar, el nuevo texto -que ya tiene media sanción en Senadores- presenta cambios sustanciales.
“De sancionarse la ley, las corporaciones transnacionales contarían con una herramienta legal deliberadamente vaga, difusa y plagada de trampas, concebida por y para una actividad extractiva voraz y promiscua”, sostienen los estudios al respecto.
Cuando en 2008 hizo su aparición el veto presidencial, las sospechas de presiones para que la legislación no altere el normal desarrollo de la extracción de minerales se multiplicaron. La autora del proyecto de protección, ahora ex diputada Marta Maffei, aseguró que el lobby tiene nombre y apellido: Barrick Gold.
Los barones del oro
La empresa es una multinacional canadiense, principal inversora del rubro en la Argentina. Según las distintas investigaciones, lleva adelante el proyecto de extracción de oro a cielo abierto más grande de la Sudamérica.
Pascua Lama, situada en la frontera argentino-chilena, es el primer plan minero que se desarrolla en dos países conjuntamente y que representa una inversión directa, según la propia Barrick Gold, de 4.200 millones de dólares.
La estimación que hace la propia empresa de la vida útil del emprendimiento es de 20 años, y la cantidad de oro a extraer rondaría las 500 toneladas; con el valor actual de la onza en el mercado internacional, esto significa unos 13.600 millones de dólares que van directo al bolsillo de los barones del oro canadienses.
Sin embargo, el metal dorado no es lo único que buscan, en Pascua Lama hay plata y cobre por un monto aproximado de 9 mil millones de dólares.
Si bien, la mina opera bajo la regulación del Estado, pagando impuestos y contemplando las normas legales. La actual ley 24.196 que reglamenta las inversiones mineras en la Argentina sirve más para darle un marco legal a la despojo de las tierras que para proteger los recursos minerales del país.
Basta con observar las cifras que deducen en tributos al fisco nacional, provincial y municipal: sólo 30 millones en moneda estadounidense al año, a lo que se suma una exención del impuesto para la importación de equipos y materiales, devolución del IVA y una “estabilidad fiscal” asegurada por 30 años. Un regalo vergonzoso.
Pero la influencia de Barrick no se limita sólo a un gran pozo en el medio de la cordillera de los Andes. Además de los respectivos pagos de favores a los políticos de turno, la empresa participa activamente en el plano social, como lo es en el caso de Chile, donde es uno de los donantes de la Teletón, una institución que se dedica a la ayuda de niños discapacitados.
Semejante responsabilidad empresaria tiene su costado lúgubre; según el Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales la minera, que construirá un centro de rehabilitación para inválidos, carga sobre sus espaldas 15 muertes por “accidentes” y “un largo prontuario de muerte, contaminación y saqueo en los países que ha estado”.
La minería en Argentina
En la cordillera de los Andes los proyectos y explotaciones mineras contaminantes se multiplican. Según el sitio web de las Asambleas de Vecinos Autoconvocados por el “No a la mina”, la actividad del sector se expande rápidamente por algunas provincias. Para citar sólo algunos ejemplos:
En Santa Cruz (provincia de Néstor Kirchner), en la localidad de Manantial Espejo, empresas canadienses vienen estudiando desde hace décadas la posibilidad de extraer oro y plata. Las prospecciones realizadas en las cercanías del Cerro Vanguardia determinan que las reservas serían de unas 4 millones de toneladas.
En la provincia de Chubut el yacimiento Navidad contiene reservas enterradas de plata y plomo que se consideran entre las más grandes del mundo, con un valor que ronda aproximadamente los 3.500 millones de dólares. La extracción de estos minerales en la modalidad a cielo abierto y con uso de cianuro está prohibida por ley.
Río Negro emitió una resolución por la que denegó permisos de explotación de oro mediante el uso del cianuro y mercurio, de cara a la presentación efectuada por otra empresa canadiense. La decisión fue tomada luego de evaluar que los riesgos son mayores que el beneficio económico que pueda dejar la extracción a cielo abierto en una zona predominantemente ganadera.
Diario Hoy
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