Argentina y Honduras condenadas a ser presas de la codicia internacional.
Susana Merino | Para Kaos en la Red | 2-11-2009 a las 10:52 | 49 lecturas
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Si bien lo que voy a describir no tiene de Plutarco más que el nombre de su obra más importante, me resultó tentador recurrir a este título pese a que no voy a referirme a personajes históricos sino a dos países, aparentemente para nada vinculados entre sí, pero cuyos destinos se hallan peligrosamente relacionados.
Honduras y Argentina, Argentina y Honduras, pareciera que nada tienen en común, ni por extensión, ni por población, ni siquiera por proximidad física o geográfica y sin embargo…hay algo que las condena de igual modo a ser presas de la codicia internacional y casi más específicamente canadiense. Ambas atesoran en sus entrañas una amplia diversidad de minerales: oro, plata, plomo, antimonio, hierro, mercurio, magnetita, molibdenita y una cantidad de minerales no metalíferos calizas, mármoles, yeso, bentonita, caolín de interminable enumeración.
El proceso de apropiación de dichas riquezas minerales lo vienen llevando en ambos países, curiosamente a cabo, los mismos capitales, con las mismas características de explotación a cielo abierto, dentro de marcos normativos laxos que toleran altos niveles de contaminación y deterioro ambiental y rentabilidades que exceden en mucho los rindes económicos considerados normales, aun en nuestro tiempo, en otros países
Goldcorp y Yamana Gold son precisamente las dos empresas canadienses que operan tanto en Honduras, en las minas San Andrés y San Martín, como en la Argentina, en la Alumbrera (Catamarca) explotación esta última en la que participan con el 50% del capital accionario.
Pero las similitudes no se dan solamente por la circunstancia de que en ambos países se hayan producido inversiones coincidentes en el sector minero sino que, en ambos casos, se dan precisamente por las mismas razones: las generosas políticas y las escasas regulaciones legales las convierten en verdaderos paraísos de la explotación y de la apropiación de las riquezas mineras de Meso y Suramérica en detrimento de los patrimonios de los países involucrados.
Y aunque son varios los botones que podrían servir de muestra vale la pena mencionar aquellos en que aparecen las mayores coincidencias. Tanto en Honduras como en la Argentina las leyes mineras aprobadas en el último quinquenio contemplan retenciones de tan solo el 1% sobre las exportaciones en el caso de Honduras y en el caso argentino establecen que las regalías no superarán al 3% del valor del producto en boca de mina.
En Honduras las empresas concesionarias pueden actuar como si fueran dueñas del territorio concesionado, de las reservas in situ, contradiciendo a la Constitución del país, están exentas de derechos aduaneros de importación, tienen asegurada la estabilidad tributaria desde el momento de la concesión, la libre comercialización interna y externa de su producción y escasos controles a través de una oficina cuyas limitaciones presupuestarias y de personal convierten en imposible todo tipo de inspección técnica, ambiental y fiscal de las actividades desarrolladas por las concesionarias. De modo que a pesar de haberse producido severos y reiterados derrames de efluentes con cianuro en el curso de un río, las descargas solo pudieron ser interrumpidas por el decidido accionar de la población y de algunos técnicos independientes.
En la Argentina la Ley 24.196/93 de Inversiones Mineras prevé igualmente amplios incentivos tributarios, estabilidad fiscal por 30 años, deducción del 100% de los gastos que generen la prospección, la exploración y otros estudios de factibilidad técnico-económica, facilidades de amortización del impuesto a las ganancias, de gravámenes de importación sobre bienes de capital, equipos, etc., a lo que se agregan la falta de controles sobre la extracción de otros minerales que los declarados que son por lo tanto, los únicos sobre los que se establecen las magras regalías, falta de controles agravada por la descentralización de las concesiones de exploración y explotación derivadas a las provincias por el Acuerdo Federal Minero.
Ese conjunto de factores tendientes a favorecer la actividad minera ha derivado en el establecimiento de alrededor de 300 emprendimientos que poco y nada dejan al erario público y que contrariamente están generando situaciones ambientales gravemente irreversibles no solo para los ecosistemas en que se insertan sino también y con mayor y comprobada incidencia en la salud (canceres, leucemias, enfermedades respiratorias) de las poblaciones que el uso extensivo e incontrolado de contaminantes está provocando.
En Honduras el gobierno depuesto por el golpe de estado venía introduciendo algunos cambios tendientes a favorecer económicamente al país, recuperando la intervención del estado en los mecanismos de concesión y explotación minera, suspendiendo su otorgamiento en razón de las falencias legales existentes, estableciendo la necesidad de formular una nueva ley que minimizara los efectos negativos de la que estaba en vigor, eliminando la exoneración del pago de impuestos y otras correcciones, debates en los que participaron la sociedad civil y las organizaciones políticas y ambientalistas de modo que las presiones empresarias no se hicieron esperar. Hasta que en mayo de 2009 el Presidente Zelaya elevó al Congreso una nueva Ley reglamentaria de la actividad minera que terminaba con prebendas y privilegios y acotaba considerablemente el accionar y la rentabilidad empresarios.
El resto de la historia es conocido y su desenlace todavía imprevisible. A partir de que las fuerzas armadas hondureñas tomaron el gobierno y cerraron el Congreso se abrieron nuevamente las puertas a la desmesura y a la codicia minera mientras que en la Argentina los socios de la Goldcorp y de la Yamana Gold prefirieron poner las barbas en remojo y hacer buena letra para evitarse mayores complicaciones cumpliendo por primera vez desde 1958 con la transferencia de fondos destinados a universidades nacionales establecida en la ley de creación del YMAD (Yacimientos mineros Agua de Dionisio) al que pertenecen los derechos de explotación de la minera La Alumbrera.
Con verdadero sentido del pundonor y de coherencia con elementales principios de dignidad algunas casas de estudios rechazaron el “obsequio”
Dos vidas paralelas y por el momento con finales abiertos.+ (PE)
Nota: Los datos consignados proceden del detallado trabajo titulado “Misterios Mineros en la Región. Transformaciones estructurales e influencia política del capital extranjero en Honduras y la Argentina” elaborado por los sociólogos Federico Basualdo y Pablo Manzanelli y publicado por el IADE (Instituto Argentino de Desarrollo Económico.http://www.kaosenlared.net/noticia/106283/vidas-paralelas
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