24 de setiembre de 2007. Tenemos la sensación de que en esta fecha se produjo un hecho histórico. Marcha a Plaza de Mayo, concentración en Retiro a las 10 de la mañana.
Marcha contra el saqueo y la precarización de la vida. Contra el despojo y la contaminación. A favor de una vida digna para todos y de la defensa de la naturaleza y nuestros recursos y bienes comunes. Por condiciones justas de trabajo, por la soberanía alimentaria. Contra el modelo neoliberal, el capitalismo globalizado depredador que somete y asfixia al pueblo.
Organizaciones campesinas, aborígenes, trabajadores ocupados y desocupados, defensores de los derechos humanos y asambleas ambientalistas. Movimientos sociales y culturales, estudiantes, profesionales y docentes. Campesinos y ciudadanos, aborígenes, y universitarios. Todos juntos.
Cerca de 5000 personas marchando pacíficamente, reclamando por sus derechos, escrachando a empresas emblemáticas del saqueo y áreas claves del gobierno.
Un mensaje claro, un discurso sin fisuras. La convicción y el consenso sobre lo que no se quiere.
TBA Metrovías, Barrick Gold, Monsanto, Ministerio de Trabajo, Secretaría de Agricultura, Repsol YPF y Shell han sido los blancos elegidos esta vez para el escrache.
Un gran sacrificio personal y colectivo, muchas horas de marcha y una excelente organización.
Pero, ¿qué hace que un campesino de Quimilí o Monte Quemado recorra más de 1000 kilómetros para marchar un día completo por las calles de Buenos Aires y luego subirse otra vez al micro para desandar esas grandes distancias y volver a trabajar en sus territorios?
Hemos participado de todo el trayecto de la marcha y tuvimos el orgullo de compartir el regreso con la gente del Movimiento Campesino de Santiago del Estero (MOCASE Vía Campesina)
No se repartió vino ni choripán. No se entregaron bolsones alimentarios ni se repartieron pesos. Nadie los arreaba para obtener réditos políticos.
Hombres, mujeres y niños viajaron, marcharon, cantaron y reclamaron. Todos saben qué es lo que quieren y lo que no quieren.
Esto mismo sucedió con la gente del Movimiento Campesino de Córdoba, Red Puna, organizaciones de Jujuy, Salta y Mendoza, Gualeguaychú, Buenos Aires, y muchos otros.
A pesar de haber interrumpido el paso vehicular en pleno centro de la ciudad durante casi todo el día, la marcha no fue mostrada y apenas comentada en los principales medios televisivos. Seguramente el émulo de Goebbels del gobierno nacional usó bastante su teléfono.
¿Cuál será el temor del gobierno nacional para no querer que esta marcha se muestre y se comente?
Cuando la marcha pasaba cerca de la Casa Rosada, vimos el símbolo de la exclusión: mucho de nuestro dinero gastado en rejas que encierran al presidente y su elenco, dejando del lado de afuera al pueblo ¡qué tremenda demostración de los intereses de los gobernantes!
Entonces comprendimos a qué le teme el gobierno: al Pueblo marchando y exigiendo, uniendo sus reclamos sectoriales o locales en una sola lucha por la soberanía y el ejercicio pleno de sus derechos. Al Pueblo Organizado, marchando consciente y convencido de cuál debe ser su destino. Como decía una de las consignas: ¡Alerta, alerta, alerta que camina, el Pueblo Organizado por América Latina!
A ESO LE TEMEN LOS GOBIERNOS
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